Las vacaciones, el descanso, los viajes, el encuentro con el otro. El verano suele ser una invitación a que se potencie la sexualidad. El calor, la poca ropa, el tiempo libre se llevan bien con el encuentro íntimo.
Sobre todo, si las personas viajan suelen modificarse las rutinas e instalarse algunas nuevas. Ése es el momento en el que la anticoncepción no debe descuidarse.
¿Tengo que llevar anticoncepción de emergencia? ¿Y preservativos? La médica ginecóloga María Elisa Moltoni (MN 114737), de Halitus Instituto Médico, respondió las dudas más frecuentes en esta época del año.
– Quienes toman anticonceptivos no deben olvidar antes de irse de vacaciones pasar a buscar cajas o recetas extra para llevar los necesarios al viaje y no tener sorpresas.
Siempre es difícil estando afuera conseguir justo la marca que suele usarse, especialmente si son con receta. Además, recomendamos no cortarlos sólo por el verano ni tampoco hacer los famosos “descansos”. La excelente noticia para las usuarias de anticonceptivos orales, anillos o parches es que además de cuidarnos del embarazo nos permiten cambiar a nuestra voluntad la fecha de sangrado o evitarlo si tenemos en puerta un viaje o evento. Simplemente hay que hablarlo con algún profesional que explicará cómo hacerlo sin problemas. ¡A aprovechar esta ventaja!
– ¡Atención! Esta es la parte más importante a nivel salud. Puede ser que el verano, así como los cambios de rutina nos permitan tener más sexo, conocer más personas, y sentirnos más libres. Es fundamental estar preparados y saber que hay que usar preservativo o campo de látex para prevenir infecciones de transmisión sexual. Hay muchas infecciones posibles que uno puede contraer: HIV, sífilis (hubo un aumento alarmante de casos en el país), gonorrea, herpes genital, HPV, clamidia. En la mayoría de los casos no hay signos físicos de estas infecciones, no podemos darnos cuenta si están o no, solo por ver genitales «sanos» en nuestra pareja sexual. Por eso, ¡a no confiarse! Como no se sabe quién porta la infección, deben tomarse precauciones siempre y protegerse en primer lugar para poder disfrutar de la sexualidad al máximo, sin peligros.
– Llevar comprados los preservativos para no depender de conseguirlos en el momento en que se necesiten, cuidarlos del calor que puede arruinar su composición favoreciendo roturas, usarlos para cualquier tipo de relación sexual (vaginal, oral, anal) ya que los contagios pueden ser por cualquiera de estas vías son las recomendaciones básicas.
Aunque se use otro método anticonceptivo como pastillas, DIU, ligadura de trompas o vasectomía, el preservativo se usa igual (esto se llama doble método) porque es el único que protege de infecciones. Si la mujer está en menopausia y no tiene riesgo de embarazo ¡igual debe usar preservativo para protegerse!
– Es una buena idea llevar comprada o tener «en el botiquín de viaje» un anticonceptivo de emergencia. ¡Más vale que sobre y no que falte!… o ¿acaso no se lleva ibuprofeno por las dudas? La mal llamada «pastilla del día después» debe, idealmente, tomarse en el momento, frente a una relación sin protección o frente a rotura del preservativo, o cualquier falla en el método anticonceptivo de base que se estuviera usando. Su eficacia es mayor cuanto más cerca de la relación no protegida se tome. Por ello, el tenerla a mano garantiza que el acceso a la misma será inmediato. En algunos países es de venta libre, pero no en otros.
“Tener en cuenta estos consejos van a permitir pasar unas vacaciones más tranquilas, sabiendo que estás consciente de los cuidados de tu salud”, concluyó la especialista.