El maquillaje, el detergente para la ropa y el desodorante son solo algunos de los productos cotidianos que con el tiempo pierden su eficacia o se convierten en caldo de cultivo para bacterias dañinas. El látex, como cualquier otro producto, tiene una vida útil. Y pasada su fecha de vencimiento comienza a descomponerse.
En la Argentina, según la última información disponible, más del 50% de los embarazos que ocurren no son planificados. Estas cifras aún son más altas en adolescentes, y llegan a superar el 60%, lo cual acarrea grandes problemas de salud pública. Muchos de estos embarazos ocurren porque no se usan métodos anticonceptivos, pero muchas veces es porque los usan de manera inadecuada.
Y la tendencia es global: en el mundo, hay cada vez más infecciones producto de las ETS. De acuerdo con un estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), se reveló que anualmente se detectan más de 370 millones de nuevas infecciones de transmisión sexual en el mundo. Cada año, más de un millón de relaciones sexuales terminan con uno de los implicados infectando a otro con gonorrea, sífilis, clamidia o tricomoniasis, cuatro de las principales enfermedades de transmisión sexual tratables y curables que forman una epidemia oculta, silenciosa y peligrosa.
Los preservativos son aproximadamente 98% efectivos cuando se usan apropiadamente, pero el uso inadecuado o inconsistente reduce ese número al 82%. La mayoría de los condones tienen una vida útil de un par de años, por lo que la mayoría de las personas los usarán mucho antes de que expiren. La duración de los mismos puede depender del tipo de material. Por ejemplo, los condones de látex y poliuretano, que son algunos de los más populares y están ampliamente disponibles en muchos tamaños, texturas y sabores, duran aproximadamente cinco años a partir de la fecha de envasado.
“Todos los métodos anticonceptivos tienen fecha de vencimiento y deben ser tenidos en cuenta. La fecha de caducidad es el día límite para un consumo óptimo desde el punto de vista sanitario. Es la fecha a partir de la cual, según el fabricante, el producto ya no es seguro para la salud del consumidor”, explicó en diálogo con Infobae la ginecóloga y obstetra Luciana Pisarenco.
La duración de los preservativos depende principalmente de dos factores: su material y su almacenamiento. Los de látex y poliuretano caducan después de 5 años, pero los empacados con espermicida pueden vencer en tan solo 2 años. El material en los condones puede descomponerse más rápido si no se los almacena correctamente. La humedad y el calor son sus peores enemigos. Por eso es clave almacenarlos en un lugar seco y fresco. “Pasada su fecha de caducidad, el latex comienza a estriarse y a agrietarse. Por estas roturas atraviesa el fluido y el preservativo deja de cumplir su función”, indicó Beatriz Literat, médica sexóloga clínica y ginecóloga del Departamento de Gineco-Sexo-Estética de Halitus Instituto Médico
La mejor manera de verificar la fecha de vencimiento de un preservativo es percibir lo que se imprime en el envoltorio. Además de verificar la fecha, es importante inspeccionarlo en búsqueda de agujeros o rasgaduras. Una manera fácil de comprobarlo es presionar el envoltorio; si se siente un colchón de aire, significa que no se ha dañado.
Sin embargo, también hay algunas señales de que un condón ha expirado incluso antes de que haya pasado la fecha del paquete. Si el condón se siente seco o quebradizo cuando se saca de la lámina o el lubricante tiene una apariencia gomosa, el condón podría haber expirado. Si tiene un olor extraño o si hay algún daño en el paquete de aluminio o en el condón en sí, debe desecharse.
Los preservativos no solo pueden romperse por estar vencidos, sino que también pueden hacerlo por una variedad de razones. En primer lugar, es muy común que con anterioridad ya existan una rotura o punción imperceptibles en el empaquetado. Cuando el condón se estira, cuando se coloca o se expone a la fricción durante el sexo, esta pequeña punción puede abrirse por completo. Los condones también pueden romperse si no son del tamaño adecuado, por eso es importante asegurarse de que no esté demasiado apretado ni demasiado flojo.
La mayoría de las personas no se dan cuenta de que ha habido un problema hasta después de finalizar el acto sexual. En este momento, cualquier exposición a una ITS ya ha sucedido, y la posibilidad de un embarazo es la misma que para el sexo sin protección.
Cuando llega a una fecha de vencimiento, en teoría, con cualquier producto farmacéutico, cualquier cosa que tenga productos químicos, ha excedido la vida media de almacenamiento del ingrediente activo. Entonces, básicamente, se está utilizando un producto menos concentrado.
Por lo general, las píldoras anticonceptivas caducan un año después de la fecha de fabricación. Si bien existe alguna evidencia de que continuarán funcionando durante un período de tiempo después del vencimiento, no está claro por cuánto.
“Los anticonceptivos hormonales ya sean pastilla, anillo vaginal, implante, parches o inyecciones pueden consumirse hasta máximo tres meses de la fecha de vencimiento. Esto se debe a que pierden su efecto y se considera que podrían estar inactivos sus componentes. Aunque claro, lo ideal es consumirlos antes de la fecha de caducidad”, indicó Pisarenco.
Otros tipos de anticonceptivos, como los DIU y los implantes de brazo, también caducan, pero tienden a tener una vida útil más larga que la píldora. Por ejemplo, el DIU Mirena está aprobado por la FDA para durar 5 años.
Cuando se trata de algo de tanta importancia como lo es el embarazo o las ETS, simplemente no vale la pena el riesgo que conlleva el uso de anticonceptivos más allá de su fecha de vencimiento. Las fechas de vencimiento se basan en la fecha de fabricación, no de compra, por lo que la fuente de información más precisa es la fecha impresa en el paquete.