Crece la depilación definitiva: el riesgo de hacerla en lugares no habilitados

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Por: Clarín | 25/09/19

Crece la depilación definitiva y advierten por los riesgos de hacerla en lugares no habilitados


Depilacion definitiva

La demanda viene en alza y cada vez más la piden los varones. Ahora se ofrece en peluquerías y centros estéticos de barrio. Qué cuidados hay que tener.

La oferta en depilación definitiva explotó en los últimos meses. Al punto que la misma chica que te ponía la cera, ahora te invita a hacerlo con láser, en una peluquería o un centro estético del barrio, y a un precio más que tentador. Pero, ¿es confiable?

«La fotodepilación, tanto con láser como con Luz Pulsada Intensa (IPL), es una práctica segura y efectiva en la medida que sea realizada en el ámbito correcto, como es un consultorio o centro médico, y por profesionales médicos habilitados», explica a Clarín Cristina Pascutto, miembro titular y expresidente de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD).

Según la experta, se está viendo «de manera creciente» que ciertos comercios fuera del ámbito sanitario -como peluquerías, cosmetología, masajistas, etcétera- brindan este servicio.

«Es importante alertar a la población sobre la práctica ilegal por parte de personas no médicas, que realizan un ejercicio fraudulento del uso de estas tecnologías, sin la debida acreditación, experiencia ni certificación necesaria, constituyendo lo que se denomina ‘instrusismo médico’«, subraya Pascutto.

Lo atribuye a la falta de conocimiento de los pacientes, la liviandad de los medios, la publicidad engañosa, la banalización de estas prácticas, y «al accionar de personas inescrupulosas» que ponen en juego la salud de la población. Asegura que pueden provocar daños colaterales a nivel cutáneo que son irreversibles.

«Hay un montón de cosas truchas, que no están aprobadas y entran al país«, dice a Clarín Valeria López Mecle, coordinadora del bloque sobre bioseguridad y cuidados en depilación definitiva del Congreso Internacional Medestética 2019, realizado en agosto en la Facultad de Medicina de la UBA.

«Las máquinas las ofrecen en Mercado Libre. Las peluquerías las alquilan por dos pesos, y las usan por un día. Son unos truchos, no invierten más de 100.000 dólares en equipos como nosotros, no son médicos, no tienen idea«, sigue López Mecle, que también es presidente de la Sociedad Argentina de Médicos Expertos en Inyectables (SAMEI).

Otro que expresa «mucha preocupación» por el tema es Sergio Korzin, miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SACPER) y uno de los fundadores de Lasermed.

«Lo estamos viendo en peluquerías, centros de estética de los barrios, y domicilios particulares. Es un problema muy actual. Hay grandes negocios vinculados con esto«, asegura. «Hay gente que compra máquinas y las lleva con un camión por los pueblos. Inclusive, escuchamos de countries donde llevan el aparato, se juntan todas las mujeres en una casa y se depilan ese día«, agrega Korzin.

Según López Mecle, se meten con la salud -«pueden infectar, despigmentar la piel, dejar manchas, provocar quemaduras de segundo y tercer grado, con cicatrices»- y también con los bolsillos de las personas. «Lo hacen ir al paciente todos los meses, le venden los paquetes. Pero ir todos los meses es sacarle plata, porque el ciclo de crecimiento es distinto, por ejemplo, en la pierna que en el cavado», señala la médica.

La depilación definitiva es un tratamiento médico. Tiene que ser hecho por un profesional capacitado, quien debe rendir un curso de bioseguridad láser que otorga el Ministerio de Salud de la Nación.

El lugar debe estar habilitado por el ente municipal y el Ministerio de Salud. Hay normativas de protección láser: por ejemplo, en el consultorio no puede haber espejos y tiene que haber un cartel en la puerta. Además, el equipo que usan debe estar habilitado por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos, y Tecnología Médica (ANMAT).

«Si no queremos lamentarnos luego, sobre todo con manchas o quemaduras, tanto el equipamiento como el profesional son fundamentales a la hora de elegir dónde hacerse el tratamiento», coincide Claudia Sánchez, dermatóloga de Halitus Salud y Estética.

«Lo importante es tener una primera consulta, que es gratuita, con el profesional que va a valorar el fototipo de piel, el color de pelo y si existe alguna patología previa, para definir la cantidad de sesiones y el equipamiento adecuado», continúa Sánchez.

En la misma línea, Pascutto señala que «es fundamental que aquel que quiera realizar una fotodepilación cuente con el asesoramiento médico dermatológico adecuado«.

«Lo barato sale caro» es un dicho que podría aplicarse. «El precio depende del lugar donde se hace, si lo hace un médico o no, y del equipo. Hoy un láser de primer nivel cuesta 25.000 dólares. Si sumás todos los gastos que implica tener las condiciones en norma, todo eso se tiene que cargar sobre el procedimiento«, explica Korzin.

En Bioaurea -el centro médico de López Mecle- las axilas cuestan 1.900 pesos cada sesión. «Por ahí la conseguís a 800 pesos, pero tenés que ir a muchas más sesiones porque los equipos no tienen la potencia necesaria. Hay pacientes que hacen 20 sesiones y los llevan al límite de quemarlos», afirma.

Aunque se la conoce como «definitiva», en realidad es una depilación prolongada. Una vez que se termina el tratamiento, habrá que hacer sesiones de mantenimiento, que se sugieren cada tres meses al comienzo y luego cada seis o 12 meses.

Se hace con aparatos basados en luz, que pueden ser de dos tipos: láser o Luz Pulsada Intensa (IPL, por su sigla en inglés). Transmiten calor a lo largo del vello para destruir el folículo piloso y evitar su posterior crecimiento.

A nivel internacional, figura en el «top 3» de las técnicas no invasivas. El bótox tiene el 50% de la torta. El otro 25% se lo lleva el ácido hialurónico y el tercer lugar -del 10 al 12%- lo tiene la depilación definitiva.

En Halitus Salud y Estética las consultas aumentaron un 50% en el último año y destacan un «aumento significativo» en los varones. La gran cantidad de pacientes masculinos también llama la atención en Bioaurea: el 30% de los que se depilan son hombres.

Qué tener en cuenta

En su último comunicado difundido sobre el tema -en abril de 2018- la ANMAT alertó sobre «el aumento de reportes de problemas» asociados a este tipo de equipos y productos. Por eso, difundió varias recomendaciones para los pacientes:

* Los procedimientos deben ser realizados por personal médico. Estos profesionales deben reunir conocimientos técnicos y tener aprobado un curso básico de seguridad.

* El lugar donde se llevan a cabo los tratamientos debe estar habilitado.

* El aparato debe tener un número de registro de la ANMAT.

* El paciente debe firmar un consentimiento informado luego de comprender los detalles del tratamiento  y recibir respuestas sobre todas las dudas que tenga.

* En el tratamiento de depilación definitiva, tanto paciente como profesional siempre deben usar anteojos de protección especiales para foto depilación. De no hacerlo, deben ser exigidos antes de iniciar la sesión.

* En caso de eventos adversos o fallas de calidad relacionadas a estos productos, se deben notificar al Programa de Tecnovigilancia de la ANMAT.


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