Consideramos fundamental abordar a los pacientes con un enfoque holístico, es decir, integral, en la búsqueda de un hijo y es por eso que es importante lograr hábitos saludables.
Estos hábitos son muchos, entre ellos, una alimentación adecuada, hacer actividad física, hidratarse bien, tomar poco alcohol, nada de cigarrillos y drogas, mantener en forma la mente, evitar el stress y la ansiedad, tener una buena sexualidad, y dormir bien. Los hábitos saludables no son un capricho, se insiste porque son muy importantes para lograr el equilibrio que el cuerpo y la mente necesitan para funcionar de la mejor manera posible.
Varios estudios publicados relacionan los trastornos del sueño con la infertilidad porque se sabe que produce un desequilibrio que se traduce en trastornos metabólicos, hormonales, inmunológicos, neurológicos, etc., que afectan al normal funcionamiento de los distintos sistemas, incluido el reproductivo. Por ejemplo, puede afectar la normal ovulación, de la que en definitiva depende la preparación del endometrio para poder recibir al embrión.
El ciclo diario de vigilia/sueño permite organizar nuestra conducta en el tiempo y sincronizar internamente la regulación de muchos procesos biológicos. Los ritmos circadianos son oscilaciones de las variables biológicas en intervalos regulares de tiempo, regulan los cambios en las características físicas y mentales que ocurren en el transcurso de un día. Son susceptibles de sincronizar a los ritmos ambientales, como los ciclos de luz. La alteración en la secuencia u orden de estos ritmos tiene un efecto negativo a corto plazo y a largo plazo puede tener consecuencias adversas en el funcionamiento de los distintos sistemas, incluido el reproductor. Entre las hormonas que participan en los ritmos circadianos se encuentra la hormona de crecimiento, el cortisol, la prolactina y la melatonina. La melatonina se libera en la oscuridad y se encarga de sincronizar las funciones de nuestro organismo, de nuestro reloj biológico, regulando el ciclo sueño-vigilia.
¿Qué es dormir mal? Pueden ser: dificultades para conciliar el sueño o dificultades para permanecer dormido, quedarse dormido en momentos inapropiados, dormir demasiado y conductas anormales durante el sueño.
Entonces, el normal funcionamiento del sistema reproductor es producto del buen equilibrio interno en relación con el medio ambiente. El buen dormir es uno de los hábitos saludables al que hay que apuntar, y debe ser indagado en la consulta médica para poder corregir cualquiera sea el trastorno del sueño que se detecte.
Pero por supuesto, si presentase algún trastorno del sueño no necesariamente sería la causa de la infertilidad, pero podría influir, por eso, hay que evaluarlo en el contexto general de cada caso, es decir, la edad de la mujer, su reserva ovárica, su causa detectada de infertilidad, sus demás hábitos y su nivel de stress.
Dormir bien es una necesidad del cuerpo. No es una pérdida de tiempo, sino que es el tiempo en el que el organismo sigue trabajando, recuperándose de su gasto del día y preparándose para uno nuevo.
Como sabemos que el buen dormir puede tener influencia en la infertilidad, es que debemos indagar en cómo se duerme para actuar en consecuencia.