Este problema, que desencadena en un aborto ya que el feto no puede crecer fuera de útero y que además pone en riesgo la vida de la mamá, aumentó en los últimos años. El 1,1 % de las mujeres embarazadas experimentan este embarazo. A su vez, según la investigación «El embarazo ectópico se incrementa en el mundo», por parte de Carmen Fernández Arenas, máster en atención integral a la mujer en Cuba, «el EE […] constituye una de las 3 grandes causas de muerte materna».
Ante una problemática tan importante para las madres, el ginecólogo respondió preguntas sobre el embarazo ectópico:
Sí, pero hay diferentes factores de riesgo que potencian las posibilidades de tener EE. Alguno de estos factores de riesgo son: dispositivos intrauterinos como métodos anticonceptivos, enfermedad pélvica inflamatoria, embarazos ectópicos anteriores, cirugías abdominales previas, endometriosis y hasta embarazos por técnicas de reproducción asistida.
Este embarazo ocurre cuando el óvulo ya fecundado no llega al útero y al pasar por las trompas de falopio se implanta en otro lugar, ajeno al útero. El 0,1 % de estos embarazos son cervicales, el 0,5 % son ováricos, el 0,1 %, abdominales, el 3 %, cornual y el 95 % de estos embarazos se localizan en las trompas.
Hay 3 tipos de tratamiento para este embarazo: tratamiento quirúrgico, médico o conducta expectante.
En caso de que el tratamiento haya sido una cirugía laparoscópicas, la recuepración es rápida, de acuerdo al ginecólogo. En 2 semanas ya puede volver a su rutina diaria. Si fue bajo laparotomía, quizá sean 3 semanas de recuperación. Además, el ginecólogo agregó que «en tratamientos médicos tenemos que tener en cuenta el seguimiento hasta su negativización que puede ser más prolongado en el tiempo».
Para aquellos que se sometieron a operaciones conservadoras, es mayor el riesgo de volver a tener EE. Pero para aquellas a las que se extrajo la trompa, la probabilidad de tener EE es igual que una mujer que no tuvo este tipo de embarazo.
No. Estudios científicos han intentado conectar el embarazo ectópico con un factor hereditario, pero no han encontrado relación.