Una de las noticias del año fue sin duda la del científico chino que, mediante modificación genética, ayudó a que nacieran los primeros niños inmunes al virus del sida. Jiankui He aclaró que su objetivo no era curar o prevenir la enfermedad en los niños sino otorgarles el rasgo que un pequeño segmento de la población posee y que los hacen inmune al HIV.
Inmediatamente el anuncio encendió las alarmas en la comunidad científica de todo el mundo, y las críticas negativas se replicaron rápidamente. «La herramienta utilizada, conocida como CRISPR, es fantástica porque te permite editar los genes con una precisión increíble, pero puede haber daños colaterales que afecten aspectos que no se estaban buscando«, sostuvo en diálogo con Crónica Rodolfo Sergio Pasqualini (MN 37.914), director científico de Halitus, y agregó: «Si ese embrión editado sigue su desarrollo, puede dar el nacimiento de un bebé con un trastorno producido por la mutación generada».
El especialista resaltó que la polémica central nació por la utilización de embriones humanos, algo «muy delicado». «La mutación y edición de genes es algo recurrente en el mundo de los caballos. ¿Sabés la cantidad de caballos de polo clonados que hay? Ahora imaginate la cantidad de caballos con deformaciones que tuvieron que ser descartados», ejemplificó Pasqualini.
Otro detalle que despertó las críticas de los pares científicos; fue la forma en la que Jiankui He decidió dar a conocer su trabajo. «Llegó el momento de comunicarlo y lo hizo a través de un video en YouTube. Se trata de algo tan trascendental y no lo dio a conocer a través de un escrito científico o algo por el estilo. Por esto mismo; no entiendo el sentido de presentarlo así; es raro», remarcó el director científico de Halitus.
Este caso abre nuevamente la polémica que gira en torno a la selección genética. «Este es un tema muy delicado. Si una familia quiere buscar el sexo de su bebé porque quiere, por ejemplo; una nena y no un varón, es algo entendible. ¿Pero qué pasa con los embriones sanos y que no son del sexo deseado?
«Son cosas que generan dilemas éticos y siempre va a haber posiciones contrapuestas. Finalmente, algo muy distinto es cuando los padres quieren elegir el color de los ojos del bebé; algo que creo que es una estupidez. Desde el punto de vista ético, con el tiempo se decretarán las cosas que se podrán y las que no»; concluyó el doctor Pasqualini.