Diagnóstico de la infertilidad femenina

El diagnóstico de la mujer es complejo porque así es su aparato reproductivo. Su evaluación requiere de mayor cantidad de estudios y análisis. Nuestro equipo médico evalúa a cada mujer de manera única, encara la problemática desde diferentes perspectivas, examina cada una de las posibles razones por las cuales no se embaraza y logra así un diagnóstico certero para proponer el mejor abordaje.

Las causas de la infertilidad femenina son diversas: ser anatómicas, hormonales, infecciosas, genéticas, inmunológicas y, hematológicas etc. Además, existen variables psicosociales que pueden jugar un importante rol.
Como cada causa es única, nos comprometemos a trabajar codo a codo para encontrar tu diagnóstico y darte la respuesta que necesitás.

ESTUDIOS DIAGNÓSTICOS:

Interrogatorio clínico inicial para explorar antecedentes propios y familiares.
Examen físico: examen pélvico para apreciar la forma, tamaño, consistencia, movilidad y posición del útero, ovarios y trompas.
Temperatura basal, permite evidenciar las modificaciones de temperatura corporal características de la ovulación.
Monitoreo de la ovulación: ecografía transvaginal para detectar el momento ovulatorio. Se realiza 12 días después del primer día de la menstruación para determinar si existe un folículo y qué tamaño tiene.
Dosajes hormonales en sangre, en distintos momentos del ciclo, con los cuales se evalúa el funcionamiento del ovario y de la hipófisis.
Test de Ovulación en Orina: detecta la presencia de hormona luteinizante (LH), que actúa sobre el ovario y provoca la ovulación unas 36 horas después de su aparición en sangre. Puede predecir cuándo va a ocurrir la ovulación.

Test postcoital: permite investigar cómo interactúan los espermatozoides en la vagina y cuello del útero. Evalúa la compatibilidad entre el moco cervical de la mujer y los espermatozoides.
Ecografía ginecológica: permite observar la presencia de folículos en los ovarios para evaluar su desarrollo y calcular, junto a otros valores de laboratorio, la fecha probable de ovulación. También permite la detección de procesos quísticos a nivel ovárico y observar la anatomía uterina para descartar la presencia de miomas o malformaciones.

OTROS ESTUDIOS:

Estudios hormonales: si aparecen síntomas o signos de alguna anormalidad hormonal se realiza un estudio pormenorizado del sistema endocrino para detectar desórdenes causados por disfunción de la pituitaria, el hipotálamo y los ovarios.
Histerosalpingografía: permite observar la cavidad del útero y si existe permeabilidad en las trompas de Falopio. Consiste en el estudio radiográfico que se realiza luego de introducir un líquido de contraste a través del cuello
uterino mediante el uso de un catéter.
Biopsia de endometrio: consiste en tomar una pequeña muestra del tejido interno del útero para confirmar si, al menos en ese ciclo, hubo ovulación y que la cavidad uterina está dispuesta para poder recibir un embarazo.
Laparoscopía: cirugía que consiste en la visualización de la pelvis como diagnóstico y eventual tratamiento quirúrgico de distintas patologías.
Histeroscopía: procedimiento quirúrgico que consiste en la visualización de la cavidad del útero como diagnóstico y eventual tratamiento.
Análisis para descartar trombofilias: extracción de sangre para detectar trombofilias que consisten en alteraciones en la coagulación que pueden estar implicadas en fallas e implantación, abortos recurrentes y distintas patologías de embarazo como el retardo de crecimiento, muerte fetal entre otros.
Análisis para descartar trastornos inmunológicos: pueden ser estudios en sangre o biopsia de endometrio por medio del Test TIME (Test del Estado Inmunológico del Endometrio) Este test posibilita conocer la población de células Natural Killers (NK) endometriales para dilucidar el estadio inflamatoria del endometrio.