La infertilidad es un problema biológico, psicológico, social y cultural que afecta aproximadamente a un 15% de la población y que, si bien la ciencia ha dado distintas opciones para lograr que muchas personas cumplan el sueño de tener un hijo, cada vez hay más información que avala la importancia del estado psicológico, emocional y espiritual de quien debe afrontar un tratamiento de reproducción asistida.
Los integrantes de la pareja que se descubre infértil se sienten en principio muy disminuidos y que no cumplen con las expectativas que los otros tienen de ellos. La infertilidad cuestiona la identidad individual de la pareja, ambos se sienten inmaduros e incompletos, incapaces de abandonar el status de hijo para suplirlo por el de padre o madre. La situación de infertilidad cuestiona también la identidad sexual dado que muchas veces se asocia maternidad con femineidad y masculinidad con potencia reproductiva. Por último, también se cuestiona la identidad social porque la pareja infértil sale de la norma de lo socialmente esperado, que tengan hijos.
¿Por qué me pasa a mí?
Descubrirse como no pudiendo algo dentro de una sociedad y una cultura que nos exige cada vez más es un gran desafío, porque muchas veces implica sentirse inferior o distinto. Este planteo nos lleva a trabajar en una suerte de reacomodamiento subjetivo para poder crear las coordenadas psicológicas que nos permitan abordar el tratamiento médico. Estas coordenadas son los recursos y capacidades que cada sujeto tiene para enfrentar una situación adversa que, muchas veces, nunca había pensado tener que atravesar.
En el hombre, suele asociarse, de manera errónea, la virilidad y potencia sexual con capacidad reproductiva, y en la mujer queda asociada a la femineidad. Esto da lugar a planteos diferentes que abordamos tratando de diagnosticar y corregir las variables psicológicas que puedan interferir en el despliegue de un tratamiento. Entrenamos en la resolución de problemas. Tratamos de favorecer la construcción de una identidad que no tenga como columna vertebral la maternidad o la paternidad. Focalizamos en aliviar la angustia trabajando sobre fantasías y creencias irracionales que subyacen en los tratamientos.
¿Por qué es importante la consulta psicológica cuando hay una Indicación de tratamiento de ovodonación?
En algunos casos, ante la imposibilidad de contar con sus propios óvulos, una mujer debe recurrir a la ovodonación. Otra mujer dona sus óvulos para darle la posibilidad de cumplir el sueño del embarazo. En estos casos, la psicóloga también juega un rol relevante.
La intervención en mujeres receptoras de gametas se inicia en la valoración del desajuste emocional que se ha producido luego del diagnóstico de infertilidad más la indicación de la ovodonación. Decimos “Desajuste emocional” que no es lo mismo que patología y proceso de elaboración de duelo. Este desajuste refiere al grado de alteración emocional que se produce tras un suceso de la vida y que no genera el inicio de un trastorno psicológico. Luego se abordan otros aspectos relacionados con la ovodonación: la relevancia de lo genético, la ambivalencia del vínculo afectivo con los hijos, la construcción de la identidad del niño y valorar la importancia de transmitir al niño la verdad sobre su origen.
En todos los casos de donación de gametas, es importante trabajar sobre el significado de esto. La información inicialmente la brindan los médicos y cada pareja, según el caso, tendrá inquietudes particulares que trabajaremos de manera multidisciplinaria. Hay parejas que se centran en la cuestión de lo genético, en ese caso se trabaja sobre este punto en particular tratando de situar fantasías y temores sobre el parecido físico de los hijos, el temor a la transmisión genética de enfermedades, entre otros.
¿Por qué es importante que hagan la consulta psicológica las donantes de óvulos?
La consulta psicológica con una donante se divide en dos etapas. Primero se realiza una entrevista semidirigida, donde se investigan algunos aspectos de la vida de la donante, como su historia familiar, intereses, motivaciones para realizar la ovodonación. Luego un segundo momento, donde se evalúan algunos parámetros de la personalidad a través de un cuestionario o test de la personalidad.
El niño debe conocer su origen ¿por qué?
Es importante trabajar con la psicóloga la transmisión de la verdad genética. Todo ser humano tiene derecho a conocer su identidad, su origen constituye un dato fundamental de su historia. Construimos nuestra identidad sobre la base de conocer nuestra prehistoria, es decir, las coordenadas en las cuales se inscribió nuestra existencia. Además, en una relación afectiva no debe haber secretos u ocultamientos dado que siempre nos conducen a malos entendidos, distancias y desapego.
Proyecto en solitario: Mujer u hombre solos ¿Por qué consultar a la psicóloga?
Tanto en el caso del hombre como de la mujer que consultan para encarar un proyecto de familia en solitario, debe tenerse en cuenta en primer lugar las motivaciones para hacerlo, es decir, interrogar sobre el deseo puesto en juego allí. El hombre encara este proyecto en pareja, casi en la mayoría de los casos. En cambio, en las mujeres se observan cada vez más casos de proyecto de maternidad en solitario. En ambos casos es muy importante trabajar motivaciones, expectativas, creencias, dudas, fantasías y temores.
Dos hombres o dos mujeres en busca de un hijo ¿Por qué consultar a la psicóloga?
Las parejas homosexuales recurren a las técnicas de reproducción asistida, no por disfunción, sino porque toman la decisión de tener un hijo. Este niño estará emparentado genéticamente con un solo miembro de la pareja.
En parejas del mismo sexo se trabaja siguiendo un proceso terapéutico que incluye dos fases. La primera, previa al tratamiento, donde indagamos las motivaciones que las lleva a tomar la decisión de tener un hijo, se trabajan los vínculos con sus familias de origen y se comprueba si poseen dentro de sus familias y/o fuera redes de contención social. La segunda etapa, durante el tratamiento, trabajamos miedos y dudas relacionados con la crianza. Tratamos de definir roles y funciones. Pensamos, junto a los pacientes, cómo trabajar el tema de la educación sexual de sus hijos y todas las inquietudes que les generen la particularidad de la familia homoparental que están construyendo.
Los miedos en relación a la crianza es un punto a trabajar, y esto se relaciona con el ejercicio de los roles que en la familia homoparental no queda definido por el género. Desde la construcción del imaginario social, identificamos el rol materno con la madre nutricia, y al rol paterno con el padre proveedor, pero los roles son funciones, no personas, con lo cual serán desempeñados por quien pueda desde su lugar en la pareja y en la familia, identificarse como mamá o como papá.
¿Cómo ayuda la psicología a resolver las dudas, emociones y temores a lo largo del tratamiento?
La intervención psicológica ayuda en el día a día frente a resultados negativos. Se trata de valorar la manera en que la persona elabora sus pérdidas. Detectar cuál es el conflicto en torno a la pérdida y se trabaja sobre esto. Descubrir creencias irracionales y elaborar estrategias cognitivas para afrontarlas. También en el espacio terapéutico se favorece la expresión de emociones por la vía de la verbalización de la experiencia. Se trata de desarrollar formas de afrontamiento de las pérdidas potenciando recursos y habilidades que el sujeto tiene. También explicamos cómo suele ser la vivencia de otra persona ante la misma situación sin olvidar la individualidad de cada sujeto. Actualizamos siempre la idea de que el tratamiento es una opción, pero no la única posible.
¿Por qué es importante ver a la psicóloga luego de sufrir abortos espontáneos de repetición?
Las vivencias de los abortos espontáneos de repetición ha sido descripta como vivencia o acontecimiento traumático pudiendo generar lo que el DSM IV clasifica como Trastorno por estrés post-traumático, con síntomas depresivos, ansiedad, baja autoestima, desencadenando un proceso de duelo y otras consecuencias psicológicas con las cuales el apoyo psicológico puede ayudar a tratar. Existen elementos facilitadores de un proceso de duelo saludable y la consulta con un profesional puede ayudar en este sentido, tomar en cuenta las propias contradicciones internas y tratar de afrontarlas, desarrollar relaciones interpersonales empáticas y en las cuales se pueda canalizar adecuadamente las emociones. El estrés, la ansiedad y los miedos pueden ser grandes obstáculos, pero también pueden ser el punto de partida para iniciar un proceso terapéutico que facilite el desarrollo del tratamiento.