Ian O Connor - Halitus Instituto Médico - Líder en tratamientos de Fertilización asistida

Historias

Inicio - Historias

Ian O Connor


Señor
Dr. R. Sergio Pasqualini Halitus Instituto Médico Marcelo T. de Alvear 2084 (C1122AAF) Buenos Aires

'Creó Dios al hombre a imagen suya; a imagen de Dios le creó, los creó varón y hembra '
Génesis 1, 27

Tal cual lo copiamos de las Sagradas Escrituras en este preámbulo, de ello estamos convencidos. Es obra de Dios, toda la creación. Y es Él quien lo puso en la tierra a usted Doctor R. Sergio Pasqualini, y a su hematóloga, la Doctora Adriana Sarto a quien le estamos enviando una esquela similar a esta.

Acudimos a usted a principios del año 2001, con una mezcla de tristeza y miedo a la vez… habíamos perdido varios embarazos… varias ilusiones se habían truncado.
Recordamos la primera consulta. Nos encontramos con el Científico, con el Investigador, con el Profesional de talla internacional. Sus explicaciones nos hicieron abrigar nuevas esperanzas. Nos dimos cuenta de que no sólo estábamos frente a un médico que ha llegado al pináculo, sino que habíamos conocido a una persona con una calidad humana que no se puede describir, sólo se puede sentir.

Hubo estudios y análisis, chequeos y visitas, y nuevamente seguimos sintiéndonos contenidos. Tuvimos el placer de conocer a una personalidad de talla mayúscula. Nos referimos a la Doctora Adriana Sarto, quien supo guiarnos permanentemente. Con la humildad de los Grandes, nos ‘tomó de las manos’ nos cobijó y nos condujo… nos cuidó.


¿Cómo termina esta maravillosa historia de casi nueve meses?… No termina… ¡recién empieza!. El domingo 30 de diciembre de 2001, hemos recibido el más maravilloso regalo de Dios. Se llama lan Eduardo O’Connor, nació a las 14 horas, y, -tras ocho generaciones- vino a permitir la continuación de una de la más antiguas Familias argentinas, que llegada a esta tierra -antes de ser llamada ‘Virreinato del Río de la Plata’-, comenzó a habitarla poco después de 1776.
Doctor…
estamos convencidos de que está acostumbrado a este tipo de escritos, pero, no obstante ello, queremos ser agradecidos con usted y con el maravilloso equipo que dirige. Gratitud que guardaremos durante el resto de nuestros días.
Que Dios los ilumine para continuar en la senda del bien de la humanidad y que sea la humanidad la que se los reconozca permanentemente, como nosotros lo hacemos ahora y haremos siempre.
Eternamente ¡ ¡¡Gracias!!!