La obsesión por querer bajar en un corto plazo el exceso de peso que se fue acumulando durante años es cada vez más frecuente y para poder lograrlo las personas se exponen a dietas excesivamente estrictas, carentes de nutrientes y muy hipocalóricas.
Este tipo de dietas no sirven para generar hábitos alimentarios, el peso que se pierde en forma rápida, se recupera inmediatamente y el esfuerzo que se realizó no termina teniendo buenos resultados.
Llevar una alimentación balanceada y variada es la clave para poder mantenerse en el mismo peso a través del tiempo.
Para esto, se deben consumir verduras, frutas, carnes magras, cereales, legumbres y lácteos descremados. Todos estos grupos de alimentos nos aportan la cantidad, calidad y variedad de nutrientes que el organismo necesita para funcionar correctamente y mantenerse saludable. No debemos olvidarnos del consumo de agua que es esencial para la vida y es vital en nuestra alimentación. El 70% de nuestro cuerpo está formado por agua. Lo ideal es beber entre 1.5 – 2 litros diarios para mantener el balance que el cuerpo necesita y poder eliminar toxinas.
Además, sumar actividad física es clave para sentirnos bien y mantener de esta manera un peso adecuado y lograr un mejor estado de ánimo y de salud.
El objetivo es poder cambiar los hábitos alimentarios e incorporarlos a la vida diaria y de ésta manera no nos expondremos a dietas extremas o no viviremos a dieta, sino que mantendremos el peso a lo largo de los años sin mayor esfuerzo. Hacer dieta dura un par de semanas, pero cambiar los hábitos alimentarios dura para toda la vida.