La llegada del virus del Zika al país y la noticia sobre la muerte de un bebé en Tucumán, despiertan interrogantes en relación a esta enfermedad
El Zika es un virus que se transmite de tres maneras:
– por picadura del mismo mosquito que contagia el dengue (del género Aedes)
– de madre a hijo durante el embarazo o el parto
– por contacto sexual
Los síntomas pueden aparecer entre 3 y 12 días luego de haber sido picado. Puede haber casos sin síntomas, pero quien se contagia suele manifestar: fiebre, cefalea, debilidad general, dolor muscular y de las articulaciones, conjuntivitis no purulenta, edemas de miembros inferiores, entre otros.
Por los modos de contagio menos informados: por transmisión intrauterina y perinatal y por transmisión sexual.
Si bien el primer trimestre es clave para la formación del feto, las embarazadas deberían evitar viajar a zonas más afectadas, más allá del trimestre que estén cursando. Además, utilizar ropa que cubra brazos y piernas, utilizar repelentes permitidos a lo largo del día y dormir en ambientes seguros durante la noche. Se han reportado, sobre todo en Brasil, un aumento en los casos de niños nacidos con microcefalia y otros defectos de nacimiento cuando la embarazada contrae el virus. Si un hombre desarrolla Zika y su mujer está embarazada, se recomiendan abstenerse de relaciones sexuales durante el embarazo o utilizar preservativo.
Como dijimos, las medidas más seguras de prevención son: no viajar a las zonas donde se sabe que hay riesgos de contagio y evitar por medios de repelentes, ropa y exposición las picaduras de mosquito.
En el caso de aquellas mujeres que están realizando tratamientos de fertilidad es relevante tener en cuenta que, si han estado en lugares de alta exposición al virus, lo recomendable es demorar la búsqueda de un embarazo y esperar al menos 8 semanas antes de realizar cualquier procedimiento de fertilización asistida. Esto mismo aplica para donantes de óvulos o semen que han tenido algún síntoma o han viajado a países de alta exposición al virus. Pero es importante enfatizar que no hay evidencias de que el virus posea algún tipo de riesgo de defectos de nacimiento para futuros embarazos y que una vez padecido, esa persona está protegida de futuras infecciones del virus.
El tratamiento para la infección por el virus Zika consiste en aliviar el dolor y la fiebre o cualquier otro síntoma que cause molestias al paciente. No hay una vacuna específica contra el virus por lo cual, lo más efectivo es la prevención.