La anorgasmia, que puede ser total o darse en un momento puntual, y se produce por distintas causas. Hay motivos biológicos -entre los que están algunas enfermedades como diabetes, trastornos neurológicos o una cirugía reciente-; emocionales -como ansiedad, fobias o dificultad para confiar en las personas o problemas de pareja-;y educacionales- como desconocimiento del funcionamiento del propio cuerpo.
Varios estudios indican que 3 de cada 10 mujeres tienen trastornos del orgasmo.
Para resolver esta situación, que hace sufrir mucho a la mujer y también a su pareja, es muy importante realizar un diagnóstico preciso y un tratamiento eficaz. Una consulta con un sexólogo o sexóloga será el primer paso.
A pesar de que existe una apertura nunca vista en cuanto al modo en que las personas hablan sobre su sexualidad, todavía hay mujeres que simulan sus orgasmos por propia vergüenza y por evitar confrontaciones con su pareja. En el otro extremo, hay mujeres ansiosas por descubrir el multiorgasmo y otras experiencias sexuales muy difundidas en los medios o en la web.
Un punto importante que las personas obtienen de la consulta con el especialista, es que las ubica en la realidad. Fantasear frente a la computadora, sin poder comparar las imágenes y los propios pensamientos con un modelo real y sin tener un referente científico, crea en los hombres y en las mujeres ansiedad y temor por su propio desempeño sexual.
También es bueno destacar que los recursos de diagnóstico y tratamiento que utilizamos los médicos sexólogos nunca deben provocar vergüenza ni molestia y no requieren de ningún contacto físico entre él o la profesional y con los pacientes. Aunque ya se conoce mucho más sobre esta especialidad, todavía subsiste una fantasía al respecto que muchas veces bloquea la posibilidad de realizar una consulta con confianza.
Las entrevistas pueden realizarse en pareja o en forma individual, dependiendo de los casos. Desde la primera visita el o la profesional puede detectar la causa del problema y brindarle los recursos para iniciar el camino de lograr la plenitud sexual, tan ansiada.
Por Beatriz Literat, sexóloga clínica de Halitus