El viernes inaugurará una original instalación en el Centro Cultural Rojas de la UBA que incluye una cama con un colchón lleno de las agujas que ella usó para inyectarse el medicamento contra la trombofilia y tener una hija.
«Siempre busqué un efecto sensorial con mi música, mis pinturas, mis fotos y mis videos. Pero esta vez quiero provocar un efecto social. Me interesa que muchas mujeres sepan que existe un trastorno de la sangre llamado trombofilia y que puede generar abortos espontáneos. Pero puede prevenirse con la detección temprana», contó a Clarín la artista, de 42 años. La instalación también acompañará un re-clamo por una ley para mejorar los diagnósticos que se realiza a través del sitio Change.org y ya tiene más de 6.800 firmantes. Hasta el 15% de la población tiene algún tipo de trombofilia. Muchas veces no da síntoma, según la hematóloga Adriana Sarto, jefa de hematología de Halitus Instituto Médico
«Quedé embarazada en 2009, y a los 5 meses y medio lo perdí. Estaba desconcertada. Había tenido hematomas antes de perderlo, pero los médicos me decían que había tenido mala suerte solamente. En 2011, volví a quedar embarazada y a los 4 meses otra vez: lo perdí. Recurrí a diversos obstetras y nadie me hablaba de la trombofilia. Hasta que la última obstetra me dijo que parara de buscar un hijo. Me hizo el estudio de extracción de sangre y me dio positivo para la trombofilia», detalló Ciliberti. Cuando quedó embarazada por tercera vez, le dio el tratamiento para prevenir la formación de coágulos. Y alcanzó su sueño: el 19 de febrero del año pasado, nació Bruna. «Fui juntando las inyecciones del tratamiento mientras estuve en reposo absoluto durante los últimos 3 meses del embarazo». Utilizó esas inyecciones como par-te de la instalación que llamó «En reposo», que incluye 8 pinturas relacionadas con la maternidad.