El yoga, la acupuntura y otras disciplinas pueden facilitar la búsqueda de un bebé.
Los tratamientos para la infertilidad han avanzado muchísimo y la aprobación de la ley de cobertura los ha acercado a más gente. Pero, además, las probabilidades de lograr el embarazo aumentan cuando existe un equilibrio espiritual y una tranquilidad emocional. Para ello, las actividades mente cuerpo pueden ser la clave.
En ocasiones, la búsqueda del hijo se transforma en un trance signado por el malestar. Y cuando el embarazo no llega con la rapidez que la pareja desea, es necesario realizar una consulta médica especializada y, en algunos casos, recurrir a un tratamiento de fertilización asistida. En cualquier instancia de ese tiempo de búsqueda, diagnóstico y tratamiento (e incluso durante el transcurso del embarazo), pueden aparecer sentimientos de confusión, miedo, culpa, bronca, frustración y mucho estrés. Frente a esto, son de gran utilidad aquellas actividades que actúan sobre la mente y el cuerpo, ayudándonos a segregar drogas endógenas (propias del organismo), que mejoran la vida y contribuyen a que estemos más relajados y menos angustiados.
Meditación, visualización, masajes relajantes y bioenergéticas, yoga, acupuntura, sincronizadores cerebrales y otras herramientas, sin descartar el apoyo psicológico o el counselling, son algunos de estos complementos interesantes.
La acupuntura relaja y disminuye el estrés, aumenta el flujo sanguíneo en beneficio de la función ovárica y testicular, además de regular la producción de hormonas y actuar favorablemente en el momento de la transferencia embrionaria.
Por su parte, el yoga ayuda a restablecer el equilibrio de la energía al enseñar a la persona a relajarse mental y corporalmente, aprendizaje que luego sirve para encarar las dificultades cotidianas de forma serena y armoniosa. También mejora la circulación de la sangre, que aporta oxígeno y nutrientes a los diferentes órganos y tejidos del cuerpo, entre ellos, los órganos reproductivos.
En todos los casos, es muy positivo explorar distintas variantes y conocer nuestras propias herramientas a la hora de estimular la secreción de estas drogas endógenas. Hacer actividades complementarias nos permite optimizar los tratamientos médicos, mejorar la calidad de vida y convertir la experiencia de infertilidad en un proceso de se nación. Llegar a un estado de armonía y equilibrio es fundamental para que el sistema reproductor y el organismo en su totalidad pongan en marcha su mecanismo de relojería de la mejor manera posible