La diabetes mellitus constituye un desorden metabólico que se caracteriza por el aumento de los niveles de glucosa (azúcar) en sangre.
Puede ser detectada mediante un simple análisis de sangre, con medición de la glucemia o a raíz de un test de tolerancia a la glucosa.
En general, no produce síntomas que lleven a sospechar su presencia, lo que hace que se retrase su diagnóstico.
Uno de cada tres individuos con diabetes no sabe que la padece. De ahí la importancia de realizar controles médicos regulares.
Los síntomas clásicos son: pérdida de peso, poliuria (incremento en la micción), polidipsia (incremento de la sed) y polifagia (incremento del hambre).
De todas formas, suelen presentarse cuando los valores de glucosa superan los 180mg/dl.
Pueden agregarse síntomas inespecíficos como cansancio, dolores musculares, calambres, somnolencia, mareos y visión borrosa.
En 2011 había aproximadamente cuatro millones más de hombres que de mujeres con diabetes (185 millones de hombres frente a 181 millones de mujeres).
Sin embargo, se espera que esta diferencia descienda a dos millones (277 millones de hombres frente a 275 millones de mujeres) para 2030.
Se sabe que la diabetes, junto con la obesidad, puede traer asociado un hipogonadismo funcional, con bajos niveles de testosterona y afectar la fertilidad.
El hipogonadismo masculino involucra una falla en la función del testículo, con bajos niveles de andrógenos y de una espermatogénesis adecuada, que es el proceso mediante el cual se desarrollan los espermatozoides.
A su vez, se ha observado que los hombres con diabetes presentan daños en su material genético, con una mayor fragmentación del ADN espermático.
Los pacientes con hipogonadismo pueden presentar cambios en el humor, más fatiga, disminución en el deseo sexual y en la frecuencia de las erecciones que pueden afectar así la fertilidad.
Otra consecuencia propia de este padecimiento es la neuropatía diabética (daño a las terminaciones nerviosas), lo que desemboca en disfunción eréctil.
Claro que esta complicación es prevenible con buenos valores de glucemia y, generalmente, se presenta a edades más avanzadas.
De ahí que el control metabólico resulta fundamental para no tener problemas.
Fuente: La Nueva.