Ser mamá. No serlo. Esperar hasta más adelante. Vivir el sexo plenamente apostando a la maternidad o postergándola. Cómo cuidarse es una elección que responde nuestras preguntas más íntimas y define buena parte de nuestras vidas. Cada día la ciencia avanza en nuevos métodos para prevenir embarazos. Este año se conocieron las píldoras de nueva generación que tienen menos efectos adversos que las tradicionales. Y llegaron al país métodos como el implante y el anillo, que hace tiempo se utilizan en otros países. Pero los especialistas aseguran que no hay que pensar en anticonceptivos sino en mujeres. “No existen métodos ‘ideales’: existen mejores o peores propuestas de acuerdo a cada mujer”, asegura la doctora Analía Tablado, presidenta de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (SAGIJ).
“En la elección siempre es importante tener en cuenta la vida sexual, profesional y social de la paciente, sus necesidades anticonceptivas y el éxito de cada método”, explica Florencia Inciarte, del departamento de Ginecología y Obstetricia del Instituto Halitus.
Y nunca hay que olvidarse de que el sexo puede traer otras complicaciones más allá de un embarazo no deseado. “El preservativo es el único método que previene las infecciones de trasmisión sexual. Por eso, siempre se recomienda asociarlo al método que se elija”, aconseja Tablado.
Aquí, una guía con los nuevos métodos y los tradicionales para elegir el más adecuado para cada una.
Anillo anticonceptivo
Es un aro delgado y flexible que se coloca en el interior de la vagina y libera estrógenos y progesterona, dos hormonas que evitan que los ovarios liberen óvulos. y que los espermatozoides puedan alcanzar los ovarios. Se coloca una vez al mes y su efecto dura tres semanas. “Es tan sencillo como ponerse un tampón”, explica Tablado. A la cuarta semana se presenta el período y, luego se pone uno nuevo. El método, muy usado en Chile y España, recién se está difundiendo en el país. Tiene un efecto similar al de las pastillas y una efectividad del 95%. La desventaja es que aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos. Por eso, después de una cesárea recomiendan esperar seis semanas para usarlo. ¿Cuánto cuesta? $181.
Implante subdérmico
Funciona de manera similar al anillo, pero se coloca debajo de la piel del antebrazo. Sólo libera progesterona, ideal para las que no pueden usar estrógenos (por ejemplo, las fumadoras o las que están amamantando) y para las que están amamantando. También lo pueden “Lo introduce el médico en su consultorio. No es doloroso ni visible”, explica Tablado. Previene los embarazos en un 99%. En algunas mujeres puede provocar sangrados menstruales intermitentes de distinta intensidad (a veces puede no haber sangrado). Pero esa irregularidad no influye en su eficacia. Hay que cambiarlo cada tres años. ¿Cuánto cuesta? Desde $1.000 (el precio puede variar de acuerdo a los honorarios de cada médico).
Parche
Funciona de manera similar al anillo y al implante, pero es menos invasivo. La desventaja es que es visible y menos estético. Se coloca en la parte baja de la panza, en los glúteos, en el brazo o en el torso. Libera estrógenos y progesterona que ingresan a la circulación sanguínea e impiden la ovulación y la llegada de espermatozoides. Su efectividad disminuye en mujeres de más de 90 kilos. Hay que cambiarlo una vez por semana. Se usa durante tres semanas y en la cuarta viene el período. ¿Cuánto cuesta? $ 108 (el pack de 3).
Pastillas Son uno de los métodos clásicos que más evolucionaron. Hoy sus fórmulas se adaptan a muchos cuadros para los que antes estaban contraindicados. El uso de estradiol natural es una de las últimas novedades. “Bajan los riesgos de trombosis, se toman en dosis más pequeñas y pueden ser usadas durante más tiempo”, explica el doctor David Fusaro, director del Instituto de Ginecología de Buenos Aires (IGBA). Además, reducen la intensidad del período, los malestares de cefaleas y dolores menstruales. Antes de elegir cuáles tomar, hay que consultar con un especialista. Las tradicionales combinan estrógenos y progesterona. Su efectividad ronda el 95% pero disminuye con el sobrepeso. ¿Cuánto cuestan? Las pastillas tradicionales están incluidas en el Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable (PNSSPR) y se entregan gratis en los hospitales. Las de nueva generación cuestan $104.
Dispositivo intrauterino (DIU)
El dispositivo tiene forma de “T” y se coloca dentro del útero en el consultorio del ginecólogo. Sus efectos duran, en promedio cinco años, sólo requiere de una revisación a los dos o tres meses de colocarlo y se puede sacar en cualquier momento. Viene en dos versiones, que libera cobre o progesterona. Su función es impedir la movilidad de los espermatozoides y la ovulación. Se recomienda para mujeres que ya fueron mamás. Puede causar calambres, sangrados intermedios y enfermedades pélvicas inflamatorias. ¿Cuánto cuesta? El DIU de cobre está cubierto por el Programa de Nacional de Salud Sexual y por la mayoría de las obras sociales. El hormonal sale $ 1.000, pero su precio varía según el médico.
Inyecciones hormonales
Liberan progesterona y se aplican una vez por mes o cada 90 días. “Inhiben las gonadotropinas y hormonas liberadoras. Además generan un ambiente hostil para los espermatozoides”, explica Inciarte. Las pueden usar desde adolescentes hasta mujeres mayores de 40. Se recomiendan para mujeres que no toleran las pastillas y que tienen problemas para respetar una toma diaria de anticonceptivos orales. Sólo hay que recordar su aplicación cuatro veces al año y no se pueden usar por más de dos años. Tienen una efectividad del 99%. Pero tiene algunos efectos adversos como la pérdida de densidad ósea, demora la vuelta a la fertilidad y, puede provocar aumento de peso leve. No se recomiendan para mujeres con enfermedades benignas en las mamas o trastornos en la glándula tiroides. ¿Cuánto cuestan? Están cubiertas por el PNSSPR.
Fuente: clarin.com (CLARIN ONLINE)