La embarazada debe estar acompañada, informada y saber lo que va a ocurrir; es el modo de prepararse para conservar la tranquilidad, enfrentar los nervios y la ansiedad. Es por eso que nos preocupamos por que la información que reciban esté actualizada y las prepare tanto en los aspectos físicos como emocionales, para participar activamente en el nacimiento de su hijo. Las parteras somos las primeras personas a las que se acude cuando comienzan las contracciones: nuestro trabajo es recibir a las pacientes, prepararlas y contenerlas. Somos sostén para que las mamás puedan relajarse y colaborar con el trabajo de los médicos, ya que hace meses venimos trabajando juntas para llegar a ese día. Es por eso que se hace tan necesaria una Ley de Parto Respetado, que ya tiene media sanción en la provincia de Buenos Aires y que a nivel nacional esta promulgada pero no tiene reglamentación, con lo cual es lo mismo que si no existiera.
Es fundamental concientizar: la mujer debe saber que el trabajo de parto y el parto tienen un tiempo y que es importante estar cómodas. Además, esta ley da el derecho a la embarazada a una explicación justa ante la indicación de una cesárea. Es importante la comunicación afectuosa y sabia al momento de hablar y exponer cualquier situación que se presente. Es fundamental que consulten y presenten las dudas para pensar en conjunto una mejor solución.
Hay que tener en cuenta los derechos de la mama a tener un parto respetado, el bebe de tener el derecho de ser cuidado y asistido con todos los conocimientos que nos dan los años de asistencia. Como equipo de parto reconocemos la importancia de tener papás que se brindan con confianza, porque la sabiduría que cada uno tiene debe ser compartida por las dos partes: médicos y mamá.
Por Nelly Gago, obstétrica de Halitus Instituto Médico.
Fuente: Mia