Hace años que no hay dudas de que las hormonas juegan un rol fundamental el adecuado funcionamiento de un organismo y, teniendo en cuenta que el logro de un embarazo requiere de un mecanismo de relojería, cualquier alteración hormonal puede incidir en la demora del logro de la gestación. Pero ¿cuáles son las hormonas que deben observarse?
La primera y principal es la gonadotropina coriónica humana o hCG, que también puede ser llamada la hormona del embarazo porque el organismo la produce únicamente durante la gestación, unos días después de la concepción. Sus niveles máximos se manifiestan entre la semana 8 a 10 del embarazo y pueden detectarse en sangre (subunidad beta) o en orina (como la mayor parte de los test de embarazo). “Su responsabilidad es mantener la función del cuerpo lúteo, encargado de la síntesis de progesterona, hasta tanto la placenta tenga la capacidad de secretar suficientes esteroides para mantener la gestación”, comienza explicando la Dra. María Gilligan, del departamento de endocrinología de Halitus Instituto Médico.
Y continúa: “Si bien todas las hormonas juegan un rol fundamental en la búsqueda de un embarazo, las más relevantes son las hormonas del eje hipotálamo-hipófisis-ovario, encargadas de regular el ciclo menstrual, la FSH u hormona folículoestimulante, la LH u hormona luteinizante y el estradiol, que son de utilidad para diagnosticar la función ovárica y, los valores elevados de FSH pueden referir un envejecimiento prematuro de los ovarios. Por otra parte, también tienen un rol relevante las hormonas tiroideas y la prolactina. La TSH incide en el desarrollo fetal correcto y en la evolución de la gestación. La prolactina, por otro lado, es una hormona reguladora de distintas funciones endocrinas y si bien participa fundamentalmente en la producción de la leche materna, cualquier modificación de sus niveles normales puede incidir en el ciclo menstrual y en la ovulación”.
Nota completa Las hormonas y la fertilidad