Si bien al pensar en la fertilidad esta se asocia al pensamiento del logro de un embarazo, en realidad, debiera pensarse como la capacidad de concebir un hijo saludable, tanto en el momento del nacimiento como más adelante, a edades más avanzadas. En este cuadro entonces, cobra importancia el asesoramiento nutricional antes de la búsqueda del embarazo. Los estudios muestran una fuerte correlación entre el aumento del índice de masa corporal y los desarreglos reproductivos y distintos estudios muestran que entre un 30 y un 47% de mujeres con sobrepeso y obesidad tienen irregularidades menstruales.
“El estado nutricional pregestacional ejerce un mayor impacto sobre el peso del nacimiento y desarrollo fisiológico del embarazo comparado con las intervenciones que pudiesen realizarse en el transcurso de ese embarazo. Además, en términos de educación alimentaria, las mujeres en planificación familiar son un grupo muy bien predispuesto a la incorporación de hábitos saludables, tanto para ellas como para luego trasmitirlos a la descendencia”, describe la Lic. Lucía Molina, del departamento de Nutrición de Halitus Instituto Médico
Nota completa: Fertilidad y hábitos alimentarios