La Dra Adriana Sarto, del departamento de hematoinmunología de Halitus Instituto Médico expresa, “El Síndrome Antifosfolipídico es un desorden autoinmune que causa hipercoagulabilidad. El Sindrome Antifosfolipídico (SAF) durante el embarazo se asocia con riesgo de pérdidas de embarazo y complicaciones vasculares placentarias tardías. El manejo clínico del SAF ha avanzado en la última década. La combinación de ácido acetil salicílico a bajas dosis (AAS) y Heparina reduce la tasa de pérdida de embarazo en mujeres con SAF y constituye hoy el tratamiento estándar. La heparina de bajo peso molecular (HBPM) ha reemplazado a la heparina no fraccionada (HNF) y puede ser usada con seguridad en la gestante. A pesar del uso de esos agentes algunas mujeres fallan a la terapéutica. La asociación de AAS, HBPM e Inmunoglobulina humana intravenosa constituye hoy una alternativa terapéutica en casos refractarios”.
En el mecanismo por el que se produce y que lleva a los eventos adversos durante el embarazo intervendrían en mayor o menor medida un desbalance inmunológico que causa un estado inflamatorio agresor para el embarazo y la hipercoagulabilidad que a través de la formación de microtrombosis en la circulación endometrial y placentaria llevan a un fenómeno de hipoxia -falta de irrigación y oxigeno, elementos vitales para un embarazo exitoso.