“La dermopigmentación, también conocida como micropigmentación es una técnica dermoestética que consiste en la implantación superficial en la piel de pigmentos obteniendo un maquillaje estético estable e inalterable. Los pigmentos que no son tóxicos ni irritan los tejidos y son depositados en la epidermis y en la dermis superficial mediante el uso de productos descartables y antialérgicos. La implantación se realiza a un nivel muy superficial de la piel, por lo cual es prácticamente indoloro, aunque de ser necesario suele utilizarse una crema anestésica para disminuir la molestia que pueda tener la persona tratada”, explica Pilar Simsolo, especialista en dermopigmentación de Halitus Dermatología y Estética.
Si bien esta técnica tiene una duración estimada de entre 3 y 7 años, suele ser recomendable, evaluar el estado de los pigmentos y en algunos casos retocar antes de los 3 años dependiendo de las características de la piel con la que se trabaje y la intensidad del color.
Cuándo se recurre a la dermopigmentación
La dermopigmentación es una técnica complementaria a otros tratamientos faciales pero también se torna una opción natural para conservar el maquillaje las 24 horas del día. Su uso es habitual en personas en las que el uso de maquillaje convencional resulta en alergias, aquellas personas con problemas motores o visuales que compliquen el automaquillaje, personas cuya actividad ponga a prueba el maquillaje convencional (deportistas, actividades con contacto permanente con agua, sudoración excesiva), personas muy ocupadas que no tienen tiempo o ganas de dedicar tiempo a maquillarse y para la corrección de líneas naturales y alopecias localizadas del rostro. Logrando redefinir las facciones que el paso del tiempo va borrando.
Se aplica en:
“LABIOS: En los labios el delineado permite corregir asimetrías, y darle una forma pareja, color y un contorno natural. Suele utilizarse para perfeccionar la forma de los labios o para darle color a zonas que lo han perdido, dándole una imagen natural al cambio.
OJOS: Al ser utilizada en los ojos, esta técnica permite dar un marco natural a los ojos, lograr una óptica diferente, agrandándolos y dándole vida a la mirada. Puede llevarse a cabo con diferentes colores y formas, adaptándolos a las características del rostro, tanto en el párpado superior como el inferior. Con la técnica del punteado sobre el nacimiento de las pestañas puede lograrse un acabado más natural y si se realiza en forma de raya se logra un delineado más notorio.
CEJAS: En las cejas también se utiliza para corregir imperfecciones, cicatrices, calvicie o para mejorar trabajos anteriores. Consiste en imitar pelo a pelo la forma y color de las cejas y poblarlas. Permite redibujar las cejas provocando un efecto de lifting natural, modificando el arco, el final, la forma o la posición y, de esa forma, rejuvenecer la mirada.
Dermopigmentación como complemento de cirugías estéticas
Pero además, la dermopigmentación tiene una utilidad como complemento de cirugías reparadoras. Es una opción ideal como complemento de:
– Cirugías reparadoras post mastectomías ya que permite reinventar una aréola mamaria ahora inexistente.
– Cicatrices post lifting cérvico-facial permitiendo disimular la falta de color de dichas cicatrices.
– Cirugías post labio leporino porque habilita la reconstrucción mediante el color del labio superior.
– Alopecias localizadas y alergias a maquillajes convencionales.
En caso de corrección de cicatrices, la zona debe estar libre de queloides porque estas no pueden pigmentarse; en estos casos, se aconseja realizar un tatuaje, transformando la cicatriz en algo artístico y estético. Si la cicatriz es blanca y sin relieve, puede realizarse la micropigmentación. Se realiza una prueba de color y 20 días más tarde, se analiza el resultado de las pruebas, entonces se elige el color indicado y se realiza el trabajo. Es necesario luego concurrir a un control para chequear que se haya cubierto en su totalidad.
Además, esta técnica permite la reconstrucción de la aréola mamaria, en casos de mastectomías, se le otorga a la paciente un primer turno para realizar la prueba de color, que consiste en 3 colores que se asemejen a la otra aréola y 20 días después, la paciente regresa para la pigmentación con el color adecuado”, agrega Simsolo.
Sesiones, post tratamiento y mantenimiento
Para el uso de esta técnica se requieren dos sesiones. En la primera se dibuja con un lápiz para darle la forma correcta, luego se elije el color del pigmento y una vez de acuerdo con la persona a tratar, se realiza la dermopigmentación. En la segunda sesión, se controla que el color haya tomado parejo y de ser necesario, se retoca.
Según Simsolo, “Durante la primera semana post tratamiento es normal al aumento del tono elegido por la costra que se forma en la zona tratada. Sin embargo, durante la segunda semana se produce la descamación y el tono disminuye para luego estabilizarse en la tercera semana. Es en esta tercera semana que se realiza el control.
Con el correr de los años se realiza un mantenimiento, este requiere de una sola sesión y consiste en repasar el color que se va desgastando con el paso del tiempo”.
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