Los trastornos de la conducta alimentaria son enfermedades crónicas y progresivas que, si bien se manifiestan a través de la conducta alimentaria, consisten en una gama muy compleja de síntomas entre los que prevalece:
una alteración o distorsión de la auto-imagen corporal
un gran temor a subir de peso
la adquisición de una serie de valores a través de una imagen corporal
Las causas son múltiples y variadas. Pueden surgir como consecuencia del modo de vida, de los modelos estéticos predominantes, de problemas psicológicos o de autoestima, o de considerar a la delgadez como una forma de vida.
“La denominación trastornos alimenticios o alimentarios se refiere a aquellos trastornos psicológicos que derivan en anomalías graves en el comportamiento de la ingesta de alimento, es decir que la explicación de estos trastornos se encuentra en una alteración psicológica.
Se entiende entonces que el síntoma externo podría ser una alteración de la conducta alimenticia -dietas prolongadas, pérdida de peso, actividad física intensa- pero el origen de estos trastornos debería explicarse a partir de una alteración psicológica basada en insatisfacción personal, miedo a madurar, elevados índices de autoexigencia, ideas distorsionadas sobre el peso o la comida, etc. La bulimia y la anorexia nerviosa se presentan con mayor frecuencia pero existe una amplia gama de trastornos muy variados que en líneas generales los denominamos trastornos no específicos de la conducta alimentaria”, sostiene la Lic. Lucía Molina, del Departamento de Nutrición de Halitus Instituto Médico.
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