Verónica Shoj, médica clínica e integrante de Aliar, afirmó que, «no, solamente el fumar durante el embarazo
sube el riesgo de muerte súbita en el bebé, sino también la presencia de humo de tabaco en el hogar, que convierte al niño en un fumador pasivo».
Shoj explicó que «esa situación también le causa al bebé un 30% más de riesgo de tener que ser internado por enfermedades respiratorias y un 70% de sufrir patologías como otitis».
Aclaró que «si la mujer deja de fumar en el momento del embarazo, lo fumado anteriormente no afecta al feto, porque durante nueve meses está garantizado que la placenta estará libre de tóxicos».
La Sociedad Americana de Medicina Reproductiva (SAMRE) indicó que cerca de un tercio de las mujeres en edad de concebir son fumadoras, lo cual afecta su fertilidad, pero también cuando logran el embarazo, fumar le causa problemas de salud al bebé.
La SAMRE explicó que las sustancias químicas tóxicas presentes en los cigarrillos son dañinas e interfieren con la capacidad del organismo de producir estrógenos, una hormona fundamental para regular la ovulación, y pueden hacer que los óvulos de las mujeres sean más vulnerables a las anomalías genéticas. Sergio Pasqualini, director del Instituto Médico Halitus, coincidió en que «el tabaquismo es la primera causa de muerte evitable en el mundo y no sólo aumenta el riesgo de padecer enfermedades, sino que reduce la fertilidad y sube la posibilidad de sufrir complicaciones durante el embarazo». Pasqualini añadió que «si bien la mayoría de las mujeres dejan de fumar al saberse embarazadas, algunos estudios mostraron que en Argentina un 11% de las embarazadas continúan fumando».
Asimismo sostuvo que «las mujeres que fuman durante el embarazo tienen más probabilidad de tener bebés con bajo peso al nacer y es mayor su riesgo de sufrir abortos».
(Información General)
Fuente: Diario Popular