Según estadísticas publicadas en la Revista Argentina de endocrinología y metabolismo en su número de julio/septiembre de 2007, alrededor de los 40 años se produce un descenso lento y progresivo – se cree que es de 1 a 1,5% por año – de la producción de esta hormona y como hace ya unos años que comenzó a darse mayor importancia a los síntomas que produce la andropausia en el hombre y mayor divulgación de los mismos, más hombres se acercan a la consulta.
Andropausia es un término creado para cotejar los cambios producidos en el hombre con el correr de los años con aquellos producidos en la mujer durante su menopausia. Si bien tanto la menopausia como la andropausia son etapas de la vida de la mujer y el hombre donde se manifiesta una disminución de la producción hormonal, ambos procesos se viven en forma diferente y no son tan similares. Los síntomas de la andropausia pueden pasar mucho más desapercibidos ya que la caída hormonal no es tan abrupta y al contrario de lo que sucede en la mujer, la llegada de la andropausia en el hombre no significa un cese total de la función reproductiva, ya que la producción de espermatozoides continúa. La andropausia es un proceso que se manifiesta en forma lenta y progresiva, a veces imperceptible, producto del descenso del nivel de andrógenos (hormonas sexuales masculinas) con el paso de los años. Si bien la edad de comienzo es muy diversa, en líneas generales, los primeros síntomas comienzan hacia los 50 años. Y además, hay una diferencia marcada: mientras que en la menopausia la mujer debe enfrentar mayormente cambios físicos, en la andropausia, el hombre tiene cambios físicos sutiles pero en cambio debe enfrentar predominantemente cambios psicosociales. El sentimiento de pérdida de masculinidad y potencia sexual puede dar lugar incluso a una baja autoestima y pérdida de confianza y repercutir en la relación de pareja.
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