Se calcula que la mitad de las mujeres que tienen diabetes gestacional presenta riesgo elevado de desarrollar diabetes tipo 2 después del nacimiento, aún cuando pasen meses e inclusive años. Éste es un tipo de la enfermedad que se presenta durante el embarazo y tiende a desaparecer luego del parto.
Ésta es la principal conclusión de una investigación de la cual participaron médicos y especialistas del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), entre los cuales se encuentra la doctora Ann Albright, quien con respecto a los resultados expuso: “Es prácticamente como si se abriera una ventana al futuro. Esto quiere decir que debemos apuntar a las mujeres con diabetes gestacional si queremos enfocarnos en la prevención”.
Esto es especialmente importante porque, de acuerdo a lo que se estableció en el estudio, sólo una de cada cinco mujeres con diabetes gestacional continúa chequeando su salud después de haber dado a luz.
“El examen exploratorio de diabetes es uno de los primeros que debería realizarse, periódicamente una vez producido el parto, para poder detectar rápidamente si la enfermedad ha retornado”, agregó Albright.
La diabetes gestacional es una patología caracterizada por la alteración del metabolismo de los hidratos de carbono. Si bien la incidencia de ésta es variable según los métodos de diagnóstico y los criterios utilizados -y por supuesto también dependiendo de la población-, se trata de una de las complicaciones más frecuentes durante el embarazo.
La detección precoz, así como también el control y seguimiento es vital porque el desarrollo de la diabetes durante el embarazo aumenta el riesgo de complicaciones entre las que se cuenta el sufrimiento fetal, la macrosomía (desarrollo excesivo del feto que se traduce en un peso al nacer por encima de lo normal) y los problemas neonatales.
En este sentido, la Asociación Estadounidense de Diabetes instó a los profesionales a mejorar la calidad e intensidad de los controles, aduciendo que de esta forma será más posible controlar los cuadros que afortunadamente si son leves suelen poder resolverse con cambios en el plan alimentario y ejercicio.
“Efectivamente, restringiendo los hidratos y controlando la glucemia entre dos y cuatro veces por día si el cuadro no es severo se puede controlar. Es más, se calcula que el número de mujeres con diabetes gestacional al cual hay que administrarle insulina apenas alcanza el 30 por ciento. El tema clave es que hay que detectar la enfermedad en forma justamente para evitar que el cuadro avance. Eso se lograría si se realizara una prueba de tolerancia a la glucosa en todas las mujeres embarazadas con factores de riesgo”, remarcó el doctor Leonardo Mezzabotta, médico Obstetra integrante del Halitus Instituto Médico.
En este sentido, se considera un factor de riesgo la existencia de un cuadro previo de diabetes gestacional (producido durante un embarazo anterior), así como también la edad de la mujer y la existencia de antecedentes de hipertensión o familiares de diabetes gestacional (madre, hermana o hija).
También el peso de los bebés es un factor de riesgo: se estima que una mujer que tuvo uno o más bebés de cuatro kilos presenta más posibilidades de desarrollar diabetes gestacional que una con hijos más pequeños.
Por su parte, el CDC confirmó que entre el 2 y 10 por ciento de las mujeres embarazadas desarrolla diabetes por primera vez durante el embarazo, es decir que no registraban la enfermedad previamente.