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Por: Cómo estar bien | 24/09/10

Ser mamá en la cuarta década


Un giro de timón. Una decisión más que mentada: una elección de vida y por la vida. Ser madre pasados los 40 años se convirtió en un fenómeno a nivel mundial. Hoy, gracias al avance en métodos de fertilización asistida, planear una familia no es una urgencia antes de los 30. Los adelantos científicos como la ovodonación y la vitrificación han logrado lo que la naturaleza por sí sola no podía: que casi todas las mujeres concreten su sueño de ser mamá

Las mujeres priorizan el estudio y el crecimiento profesional antes que la maternidad. Pero en muchos casos el deseo de un bebé siempre está latente. Y cuando lograron recibirse con honores y están sentadas detrás de ese escritorio que tanto anhelaban, el número de documento indica que la hora pudo haber pasado, que lograr un embarazo es un poco más difícil.
¿Cuáles son las dificultades de concebir después de los 40? «La mayor dificultad pasa por la calidad de los óvulos. A esta edad los óvulos tienen un mayor riesgo de presentar problemas cromosómicos, lo que implica un aumento en hs probabilidades de aborto espontáneo y anomalías congénitas. Además, a esa edad las probabilidades de dar a luz un bebé prematuro o de bajo peso son más altas», responde el dr. Sergio Papier, director médico del Centro de Estudios en Ginecología y Reproducción (CEGYR).
«Conviene disociar la edad biológica de la cronológica. La edad ovárica o edad biológica es una variable independiente representada por la capacidad de generar óvulos competentes», señala Stella Lancuba, directora médica del Centro de Investigaciones en Medicina Reproductiva (CIMER). En su libro, «Las 101 respuestas sobre fertilidad», considera que luego de los 40,1 de cada 2 embarazos puede finalizar en un aborto espontáneo.
«La fertilidad comienza a declinar antes de la menopausia, porque el envejecimiento es un factor relevante que causa dificultades para concebir en la mujer. La capacidad de sus ovarios para producir óvulos disminuye a partir de los 35 años», considera en «Las 101 respuestas sobre fertilidad», su libro. Así, dos de cada tres mujeres no lograrán un embarazo dentro de los doce ciclos de búsqueda después de los 40 años.
Pero las opciones en fertilización que ofrece el mercado científico son muchas y varían en costos. El promedio para someterse a alguno de los métodos es de $20 mil. «Con tratamientos convencionales, la posibilidad de quedar embarazada después de los 40, es menor al 20% y prácticamente nula luego de hs 43 años. Mediante la ovodonacion la posibilidad es del 50%, independientemente de la edad de la mujer», amplía Papier. Es esta técnica una de las más demandadas en la actualidad. De cerca, la sigue el congelamiento de embriones y, más atrás, la estimulación ovárica. Veamos de qué se tratan.
– Ovodonacion: a una donante se le aspiran los óvulos, que serán inseminados con los espermatozoides de la pareja de la receptora, a la que le harán la transferencia embrionaria. Depende del centro, pero las donantes deben tener menos de 34 años. Son sometidas a análisis de todo tipo y se les hacen estudios cromosómicos y genéticos para descartar que tendrán hijos con síndrome de Down, fibrosis quística, malformaciones, retardo mental o talasemia. Luego, son estimuladas hormonalmente. Toman pastillas anticonceptivas un mes y reciben tres inyecciones. Un tratamiento de ovodonacion cuesta 18.000 pesos. La tasa de éxito: más del 50%.
– Vitrificación: se aspiran los óvulos y se los congela. Hasta que la mujer quiera utilizarlos se conservan en un Banco. Este
mecanismo de «embarazo a futuro» está en ascenso en mujeres de más de 32 años. Es que pasados los 35 años, comienza la disminución de la reserva ovárica y baja la calidad de los óvulos, es decir, empieza a complicarse la posibilidad de quedar embarazada.
– Estimulación ovárica: la estimulación ovárica es un proceso que consiste en inducir una ovulación múltiple mediante medicaciones hormonales, un proceso que se lleva a cabo para lograr la reproducción asistida, ya sea por inseminación artificial o in vitro.
– Fecundación in vitro: es la pionera. Espermatozoides y ovocitos se combinan en un plato de laboratorio, es decir fuera del cuerpo de la mujer, y pasan a una incubadora. Luego de la fertilización, el embrión es implantado en el cuerpo de la madre. Es una técnica que se usa desde 1978. La primera ´bebé de probeta´ se llama Louise Brown.
¿Cuántos intentos de fertilización asistida se pueden realizar? Las estadísticas globales muestran que, al repetir ciclos de tratamiento hasta alrededor de nueve intentos para cada pareja, se aumenta la probabilidad de concebir; esto se denomina tasa acumulativa de embarazo. «Como regla general se recomienda considerar la repetición del tratamiento durante tres ciclos», señala Lancuba.
Antes de empezar
«La edad es importante pero no determinante», indica Sergio Pasqualini, director médico de Halitus. Todos los estudios que se solicitan evalúan cantidad de óvulos, por ejemplo los valores de FSH, Hormona Antimulleriana o el conteo de folículos por ecografía transvaginal.
Como la esterilidad tiene causas diversas
el buen diagnóstico es un paso fundamental para la elección del tratamiento más adecuado. Por eso, se realizan estudios variados tanto en el hombre como en la mujer, e incluso en la interacción entre los espermatozoides y el aparato reproductor femenino.
«Generalmente, la evaluación del hombre es más sencilla que la de la mujer ya que sus órganos sexuales están fuera del cuerpo y, en la mayor parte de los casos, la obtención de la muestra de semen se realiza con cierta facilidad», apunta Pasqualini. El interrogatorio que habitualmente se realiza en una primera consulta apunta a orientar la dirección del diagnóstico. Tanto al hombre como a la mujer, se los interrogará acerca de su edad, su estado de salud en general, operaciones o enfermedades mayores, infecciones urinarias o de transmisión sexual. En cuanto a la pareja, el médico podrá preguntar acerca de la frecuencia de las relaciones sexuales, si han intentado coincidir con algún período concreto del ciclo de la mujer o si se presentaron problemas en la relación sexual en algún momento, como eyaculación precoz, dispareunia —dolor vaginal- o algún trastorno que dificulte el coito.
Además se les realizará un examen físico general, un examen de mamas y un chequeo pélvico a la mujer, y el andrólogo examinará en el hombre los testículos, su tamaño, consistencia, la vía espermática y si existe la presencia de algún bulto o un varicocele -várices en las venas que irrigan los testículos-, que es una de las causas más comunes de infertilidad.
Para completar la evaluación se requerirá al hombre un espermograma como parte del chequeo de rutina. Es un análisis de laboratorio que permite observar la cantidad, movilidad y forma de los espermatozoides. En la mujer, la recuperación de ovocitos para su estudio no es tan sencilla como la recuperación de espermatozoides en el hombre cuando se realiza un espermograma. Para hacer un pronóstico de la producción de ovocitos y su calidad se indican estudios indirectos de la ovulación: temperatura basal, ecografía, que permite observar la presencia de folículos en los ovarios y medir su diámetro, para evaluar su desarrollo y calcular junto a otros valores de laboratorio la fecha probable de ovulación.
También pueden pedirse dosajes hormonales en sangre o una biopsia de endo-metrio que permite confirmar si, al menos en ese ciclo, ha habido ovulación y que la cavidad uterina está dispuesta para poder recibir un embarazo.
Otro de los estudios solicitados puede ser el test postcoital que consiste en investigar cómo interactúan los espermatozoides en la vagina y cuello del útero. Se evalúa la compatibilidad entre el moco cervical de la mujer y los espermatozoides. Si los espermogra-mas o el test postcoital dan resultados alterados debe buscarse la causa posible.
Si los resultados no son favorables, la investigación continúa con estudios genéticos, inmunológicos y cultivos en ambos miembros de la pareja para detectar posibles infecciones. «Análisis hormonales en sangre para medir las cantidades de hormonas responsables de la producción espermática, evaluación inmunológica para examinar los anticuerpos y asegurarse que no son los responsables de la infertilidad, estudios de semen, genéticos, detección de alguna obstrucción de la vía espermática, ecografía de testículos y vías espermáticas que es indolora y no tiene riesgo alguno, entre otros», completa el director de Halitus.
Mujeres realizadas y ¿listas para ceder terreno?
El cuerpo no es el mismo a los 40 años. Como tampoco lo era en la infancia y en la pubertad. La energía que las mujeres depositaban en el estudio y el trabajo, ahora hay que distribuirla. Ya puérperas, dar el pecho a demanda es unos de los ítems que, según los especialistas consultados, más «complican» a esa mujer autónoma. El debate por lo físico de diluye y aparece otro: ahora hay que dedicarse al niño, sobre todo en los primeros meses de vida.
Los pezones no tienen un gran cambio que comprometa la lactancia luego de los 40 años. Entonces ¿cuáles son los inconvenientes para dar el pecho? «Si hay alguna dificultad, no tiene nada que ver con lo físico», apunta Laura Krochik, especialista en lactancia y crianza, y directora de la Asociación Civil Argentina de Puericultura, además de Coordinadora del Primer Programa Argentino de Formación en Primera Infancia y Crianza. Y sigue: «Las mujeres después de los 40 años ya tienen un camino personal recorrido, de desarrollo profesional, crecimiento económico y construcción de espacios propios, que muchas veces no están dispuestas a ´relegar´».
Muchos miedos en relación a la lactancia se corresponden con la fuerte demanda que significa amamantar a un recién nacido, el quedarse en casa, y la disponibilidad total. Para quienes llevan una vida ya armada, con cierta estructura, el amamantamiento puede significar un fuerte cimbronazo a los parámetros ya conocidos.
Por otra parte la realidad es que la incidencia de cualquier patología, se incrementa con la edad y el embarazo después de los 40 no esta ajeno a esto. Hoy sabemos que hay mayor incidencia de nacimientos prematuros o bebes con bajo peso al nacer en madres mayores de 40 años, así como algunas patologías genéticas propias también del envejecimiento de los óvulos. Esto trae cierto temor a la hora de lactar.
«Por eso es importante buscar durante el embarazo el acompañamiento de una puericultora de confianza que pueda hacer una evaluación prenatal de las posibles dificultades que se puedan presentar y trabajar en ellas desde el embarazo. Además de acompañar a la mujer inmediatamente luego del parto en la primer puesta al pecho, garantizando una correcta prendida que evitará complicaciones futuras», agrega Krochik.
No importa la edad. Lo ideal durante el embarazo es mantener los pezones aireados, tomar sol, utilizar cremas humectantes para mantener la piel siempre hidratada y no realizar ningún movimiento ni ejercicio que pueda ser doloroso en la zona de los pezones. Cerca de la semana 32 aprender la maniobra de extracción de calostro puede ser útil para conocerla, practicarla y utilizar el calostro como lubricante de la piel.
No se recomienda el uso de esponjas vegetales ni de ningún producto que pueda lastimar la piel o rasparla eliminando las secreciones que naturalmente debe tener.

Agradecimientos
Sergio Papier. Stella Lancuba. Sergio Pasqualini. Laura Krochik. Alicia Lapidus. Sandia Di Lucca.