Las ventajas que la leche materna tiene para la alimentación del bebé son, por lo general, conocidas. Pero no termina ahí. Los beneficios también son para la mamá y para el vínculo que se establece entre ambos.
Durante la consulta obstétrica, el médico va preparando a la madre para que pueda lactar. En principio, durante el primer trimestre, le realiza una revisación mamaria mediante palpación, para descartar alguna patología y para observar sus pezones. A este examen le agrega una ecografía mamaria.
Es muy frecuente la consulta durante el embarazo por dolor mamario, especialmente en el pezón. En este caso, se recomienda una buena humectación con crema de caléndulas y el uso de casquillos aireadores para evitar el roce de la ropa con el pezón.
Si los pezones estuviesen invertidos o “umbilicados” o no se formasen bien, también se indican estos casquillos que tienen en su interior una forma de arandela que ayuda a la formación del pezón para la lactancia.
El obstetra induce a que la mamá vaya ganando confianza y le inculca que va a tener la capacidad de amamantar, que va a poder. No es fácil, pero es importante ser perseverante y recibir indicaciones adecuadas y precisas. Como toda conducta, el amamantamiento se aprende y facilita de manera óptima la formación de un vínculo sólido madre- hijo.
Si bien todas las mamas producen leche, es importante conocer los cuidados y preparativos que una mujer debe tener:
* Lavar las mamas sólo con agua, sin jabón.
* Evitar el uso de cremas y lociones. No es necesario el aseo de las mamas antes, alcanza con colocar sobre el pezón y la aréola unas gotas de la misma leche después de amamantar.
* Colocar en forma correcta al bebé en el pecho, con el pezón y aréola dentro de su boca para evitar el dolor y las grietas.
Otra cuestión importante es el tiempo y la frecuencia del amamantamiento, que dependen de cada bebé. En la actualidad la mayoría de los pediatras recomiendan la libre demanda. En el caso de gemelos, sería óptimo amamantarlos en forma simultánea, hay mamás que pueden y otras que no y lo hacen de manera consecutiva.
Es fundamental que durante el embarazo y durante la lactancia la mujer no realice planes para adelgazar, sino que mantenga una alimentación variada, completa y que ingiera abundantes líquidos. Es indispensable el seguimiento y asesoramiento de un nutricionista.
Por la doctora Karina Fraga, del departamento de ginecología y obstetricia de Halitus Instituto Médico.
Fuente: Entremujeres.com