La enfermedad celíaca es una de las enfermedades crónicas más comunes y  presenta un cuadro caracterizado por una intolerancia al gluten, provocando  lesiones graves en la mucosa que reviste el intestino delgado. La intolerancia  al gluten (harinas de trigo) que presentan estas personas es permanente y dura  toda la vida. “Al hablar de intolerancia al gluten nos referimos a la  incapacidad del organismo de realizar el proceso de digestión de un determinado  alimento. El sistema de incorporación y asimilación de alimentos es complejo e  involucra distintos mecanismos que interactúan entre sí aumentando las células  de la pared intestinal y los anticuerpos específicos de esta afección. Con el  advenimiento de los anticuerpos, muchos centros de investigación en  gastroenterología comenzaron a realizar testeos en poblaciones de riesgo. En  nuestro país, se calcula que hay 1 celíaco cada 150 personas y que por cada 1  celíaco diagnosticado hay 9 sin diagnosticar aún. Y es que sólo un 20% de los  pacientes manifiesta síntomas clínicos, por eso, nuestro desafío como médicos  es detectar a esas personas que lo padecen pero no lo manifiestan  clínicamente”, expresa el Dr. Christian Boggio Marzet, Jefe de  Gastroenterología y Nutrición Pediátrica Hospital Pirovano. 
Inicialmente los síntomas más característicos de la afección eran:
El Dr. Boggio Marzet sostiene “Sin embargo estos síntomas clásicos fueron modificándose a lo largo de los años dejando lugar a nuevas formas de manifestación más allá del aparato digestivo. Así, puede manifestarse también por:
Generalmente, el diagnóstico se realiza durante los primeros 6 a 12  meses de vida pero también puede manifestarse recién en la edad adulta, la  mayor parte de los celíacos adultos son diagnosticados entre los 20 y los 50  años aproximadamente. 
“A partir de los síntomas el diagnóstico se establece sobre tres  pilares fundamentales: la clínica –los síntomas y signos-, la serología, llevada  a cabo por medición de anticuerpos específicos en la sangre, y si el resultado es  positivo, suele indicarse una biopsia de intestinos delgado que es el  diagnóstico de certeza y puede realizarse por endoscopía o por cápsula. La  primera consiste en introducir un tubo flexible por la boca que en su extremo  posee una cámara de televisión para poder examinar el tubo digestivo y se toman  muestras de la mucosa intestinal; la segunda es una sonda unida a una cápsula  de metal que se introduce por la nariz y aspira por la sonda”, explica el Dr.  Boggio Marzet.
Cuando el diagnóstico está firme, lo primero que debe hacerse es evitar  la presencia de gluten en la dieta, así, la consulta con el nutricionista es  fundamental.
 Según el pediatra gastroenterólogo, “Si los síntomas no son muy  marcados el paciente puede llegar a la edad adulta sin el diagnóstico y  manifestando alguna de las complicaciones de esta afección, relacionadas con la  mala absorción de minerales y vitaminas y con la aparición de otras  enfermedades autoinmunes”.
La celiaquía puede incidir en la fertilidad de una mujer porque la mala  absorción de vitaminas y minerales que genera puede suprimir la acción de las  hormonas que estimulan la ovulación. Pero fundamentalmente, una mujer celíaca  deberá enfrentar el problema del bajo peso relacionado a esa mala absorción.
“Los  trastornos  alimentarios menores, es decir, sin llevar a los extremos de la anorexia o  bulimia pueden llevar a una  alteración de la fertilidad  por afectar  la armonía interna que es la que va a  permitir  la producción  del óvulo, la ovulación y hasta la calidad del óvulo en la mujer y los  espermatozoides en el hombre. El mecanismo por el cual se produce la  ovulación es un mecanismo de relojería perfecto,  por lo tanto, cualquier  alteración de ese equilibrio puede verse reflejada en un cambio en la  ovulación. Pero además, debe tenerse en cuenta que no sólo puede  verse afectada la ovulación sino también la calidad de los óvulos y esto también  puede ser un problema a la hora de buscar un embarazo”, explica el Dr. R Sergio  Pasqualini, Director de Halitus Instituto Médico. Como resultado de una menarca  tardía y una menopausia precoz, las pacientes celíacas suelen presentar un  período reproductivo más breve y demorar más en el logro de un embarazo.  Incluso, los estudios muestran una mayor incidencia de abortos a repetición. En  nuestra experiencia, no son pocas las mujeres que llegan a la consulta sin  haber sido diagnosticadas como celíacas y al realizar los estudios para  establecer las causas de infertilidad aparece el problema. Es importante tomar  todos los recaudos y realizar los estudios necesarios para establecer ese tipo  de patologías. Por eso es tan importante llevar adelante una dieta balanceada,  mantener un  peso adecuado y la consulta médica periódica.
Dice Pasqualini: “Siempre es  importante trabajar en conjunto con el médico que las controla y el  nutricionista, dado que lo principal es garantizar el seguimiento de una dieta  acorde y balanceada, libre de gluten, teniendo en cuenta que esta afección  puede, en algunas ocasiones, agravarse durante el embarazo o en el postparto.  Incluso, a veces, la mujer embarazada   puede no darse cuenta que es celíaca y es importante realizar el chequeo  ante el mínimo síntoma porque el déficit alimentario que esta afección genera  puede traer consecuencias en el desarrollo fetal”.
“El tratamiento de la enfermedad celíaca es la dieta sin gluten permanente y de por vida, lo que permite que el intestino absorba los nutrientes adecuadamente. Si bien la dieta no cura la enfermedad, todavía no existe una cura-, la controla muy bien y un paciente que realiza una dieta sin transgresiones, esto es, sin comer alimentos no permitidos, puede llevar una muy buena calidad de vida”, concluye el Dr. Boggio Marzet.