Madres primerizas después de los 35

Así lo demuestra un informe de la Jefatura de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, donde se agrega que hay «un sensible pero marcado
aumento» de madres primerizas de 40 años y más.
Los datos de 2008 indican que en la Provincia nacieron «280 mil niños/as, de los que el 35 por ciento tiene madres mayores de 30 años. Casi diez mil de estos bebés/as corresponden a mujeres de entre 40 y 49 años, y más de mil son hijos/as de madres primerizas mayores de 40 años».
El informe además detalla que «nacieron 42 mil bebés/as de mujeres mayores de 35 años, tres mil nacimientos más que en 2007», registrando la tendencia que se observa en los últimos años.
Los factores
Al respecto, el subsecretario de Gabinete bonaerense, Juan Pablo Alvarez Echagüe, destaca que «estos datos surgen del seguimiento estadístico del Ministerio de Salud e indican que suben los partos en mujeres de entre 35 y 39 años, de manera más marcada que entre los 30 y los 34 años».
Asimismo remarca que «hay un aumento después de los 40, muy leve pero que se mantiene»; a la vez que «desciende el número de mamás que tienen entre 20 y 24 años».
Para el funcionario, «el desarrollo profesional y el tiempo que demanda el crecimiento laboral, así como mayores exigencias a la hora de la elección de una pareja» son algunos de los factores por los que las mujeres posponen la maternidad. A los que agrega un motivo clave: la existencia de tratamientos para concretar un embarazo aún cuando el reloj biológico dijo basta
Por su parte, el jefe del servicio de Ginecología de la Maternidad del Hospital «San Martín», de La Plata, Mario Lovisuto, afir-
Cada vez más mujeres postergan la maternidad y son primerizas después de los 35 o incluso 40 años.
ma que «hay una clara tendencia en las mujeres de niveles socioeconómicos medios y altos a postergar la maternidad y buscar un primer embarazo a partir de los 35».
Y si bien el profesional destaca que a medida que avanza la edad «es mayor el riesgo de alteraciones genéticas y/o cromosó-micas, problemas de hipertensión arterial y diabetes», agrega que la mayoría «consulta antes de quedar embarazadas, se le hacen estudios previos para minimizar posibles riesgos y entre las medicaciones que se indican está el ácido fótico».
«La familia está, sin dudas, más planificada que antes en los sectores medios y altos. Ya no se juzga socialmente a la mujer por suspender su deseo de ser madre y realizarse en lo profesional. Incluso hay cada vez más mujeres solteras que tienen más de 30 años y deciden tener un hijo sin pareja estable», manifestó Lovisuto.
Respecto a las mujeres de nivel socioeconómico bajo, Lovisuto asegura que «en general (a los 35 años) ya tienen más hijos, a veces hasta 8 y 9; otras tienen 3 o 4 pero como cambiaron de pareja quieren volver a ser madres». Para estas mamás, «los estudios son más estrictos, se hacen más análisis, se controla más el peso», entre otros puntos, señala.
La función de padre
La psicóloga Cristina Castillo, supervisora y docente de Centro Dos (asociación civil para la asistencia y docencia en Psicoanálisis) destaca que «hoy ya no está tan mal visto ser madre soltera, la carga social no es la misma que hace cuarenta años».
«Es cierto que una mujer puede tener un hijo/a cuando quiere, porque puede adoptar, realizar un tratamiento de inseminación artificial, tenerlo, y no es ni bueno ni malo, pero se complica el hecho que no se necesite de un hombre para ser madre, no por una cuestión cultural sino por la subjetividad de ese chico/a», indica.
Al respecto, la profesional señala que «un padre siempre debe haber, por la función que cumple: acompañar, sostener y cortar (ese vínculo tan fuerte entre madre e hijo/a)».
«No pasa por lo económico ni por ser el malo de la película sino por sostener (afectivamente) a la madre y al hijo/a y hacer un corte de ese vínculo porque sino la tendencia es a quedarse repollada con el niño/a. A toda mujer le pasa que cuando nace el bebé/a se queda como una célula simbiótica con él o ella y por eso es fundamental que haya un padre», explica.
«No estigmatizar»
La psicóloga destaca que «en términos generales, ser madre sola no está condenado por la sociedad como antes, cuando se estigmatizaba al chico/a, era considerado un bastardo y a la mujer una pecadora porque quedaba inscripto en lo social que había tenido sexo cuando la virginidad era aún un valor y había que per-servarla hasta contraer matrimonio».
En este punto remarca que «a nivel de lazo social es importante no estigmatizar a las mujeres que quieran tener un hijo/a solas» y aclara que «no es lo mismo decidir tener un hijo/a sola que quedarse criando sola a un niño/a, son dos posiciones diferentes».
«Si una elige quedarse sola para criar a un hijo es una postura distinta a que te dejen sola, a la cuestión del abandono -subraya-. El tema es cuando ser mamá soltera no es una elección y es una cuestión muy complicada por el sostén afectivo de esa mujer y ese bebé/a».

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Casi el 10% vive sola
Según datos del Registro provincial de las Personas, el 9,35 por ciento de las mamás que inscribió a sus bebés/as en alguna de las delegaciones bonaerenses, en 2008, vive sola; mientras que el 83,2 por ciento restante convive en pareja.
En tanto se aclara que el 7 por ciento restante no respondió a la pregunta que se realiza cuando se anota a un bebé/a, por lo que se supone que su situación era inestable al momento de la inscripción.
«En el año 2000, la pregunta que se realizaba era distinta. Se consultaba sobre la situación conyugal, si era casada, soltera, separada, divorciada o si formaba parte de una unión de hecho. Mirando esos números es difícil estimar qué mamás estaban solas en aquel momento, porque muchas eran solteras pero vivían en pareja», indica el subsecretario de Gabinete bonaerense, Juan Pablo Alvarez Echagüe.
Asimismo destaca que «hoy, los derechos de un niño/a reconocido por el padre son prácticamente iguales, estén sus padres casados o no. Los datos que se solicitan en el Registro son parte de la Ficha Única del Recién Nacido y se fueron adaptando a los cambios sociales».

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Los números
´Un informe de la Jefatura de Gabinete bonaerense detalla:
.- Unos 280 mil bebés/as nacieron en 2008 en la Provincia.
.- El 35% de esos bebés/as tiene madres mayores de 30 años.
.- Casi diez mil son hijos/as de mujeres de entre 40 y 49 años.
.- Más de mil son hijos/as de madres primerizas de 40 años y más.
.- En 2008, en la Provincia, nacieron 42 mil bebés/as de mujeres mayores de 35 años, tres mil más que en 2007.
.- Si bien la mayor cantidad de partos registrados corresponde a mujeres que tienen entre 20 y 24 años, en la úl-tima década la cantidad de madres de esa franja de edad disminuyó. En 1998 era de 124 bebés cada mil mamás; en 2008, es de 117 por mil.
.- En 2008, se registraron 9.349 nacimientos de mujeres mayores de 40 años; en el 2007 fueron 8.997. Mientras que en 1998,´de cada mil nacimientos 20 correspondían a mujeres mayores de 40 años; en 2008 esa proporción asciende a 22 de cada mil.
– En 1998, cada mil nacimientos registrados en la Provincia, 74 correspondían a madres mayores de 35 años.

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«EL PROMEDIO DE EDAD DE CONSULTA ES DE 37 AÑOS´
El doctor Sergio Pasqualini, director de Halitus Instituto Médico, destaca que la postergación de la maternidad es «una tendencia que se viene acentuando en los últimos años a nivel mundial».
Todos los centros que atendemos a parejas que buscan embarazos nos encontramos que el promedio de edad de consulta es de 37 años, una situación que no ocurría antes», destaca el especialista en fecundación asistida, y resalta «es una edad muy elevada».´
Asimismo, el profesional aclara: «consultan rápido, son más precoces, pero también porque son más grandes».
En este marco, Pasqualini explica que «se están viendo cada vez más parejas que su segundo embarazo lo logran con óvulos donados, porque se embarazaron por primera vez a los 35, 37, 40 años y cuando buscan el segundo -habiéndoles costado tener el primero o no, tuvieron suerte- el ovario ya dijo basta».
Problemas ováricos
Respecto a los motivos, el médico sostiene que «por un lado, la mujer busca tener un hijo/a más tarde, pero encima se está observando que los ovarios hoy comienzan a fallar más temprano que en otras épocas por el estrés con que se vive y la polución».
«Estamos viendo muchas más mujeres que antes con problemas ováricos, que a su edad no deberían tener, pero el estrés -entre otros factores- hace declinar esa función», advierte.
«Entonces -agrega- se juntan los dos factores, baja la edad de falla del ovario y sube la edad de búsqueda» de un hijo/a.
La consulta
Acerca de cuándo realizar una consulta a un especialista, Pasqualini recomienda «si la mujer es grande, que sea rápido; pero si es joven y quiere tener un hijo/a que también realice una consulta prenatal que, dependiendo del caso, el médico le va a dar la tranquilidad de seguir intentando quedar embarazada o actuar en consecuencia» realizando algún tratamiento.
En tanto, respecto a las mujeres que consultan porque decidieron ser madres solas, Pasqualini comenta que «por lo general tienen 38, 39, 40 años o más, no lo hacen antes, y suelen ir porque no encontraron pareja y ven que va pasando el tiempo».