Los problemas del control de la vejiga afectan a cerca de 17 millones de personas de en los Estados Unidos y en nuestro país si bien han aumentado las consultas no hay cifras oficiales del porcentaje de la población afectado por esta dolencia. La prevalencia de la incontinencia de orina aumenta con la edad, y afecta en mayor medida a las mujeres que a los hombres. Pero, si bien es más frecuente con la edad, la incontinencia no es normal a ninguna edad y requiere de atención y tratamiento. Los estudios han demostrado que hasta un 50% de las mujeres que padecen incontinencia no lo reportan a su médico.
La orina es producida por los riñones y llega a la vejiga a través de los uréteres, donde se almacena y a través de la uretra sale al exterior del cuerpo. Un anillo especial de músculo llamado esfínter rodea a la uretra. A medida que se llena la vejiga un complejo sistema nervioso mantiene contraído al esfínter mientras el músculo de la vejiga está relajado. Cuando la vejiga llega a cierto nivel, se envía una señal nerviosa al cerebro la cual informa que se esta llenado. Esto permite que la vejiga se llene sin que se produzca incontinencia de orina, dando lugar a una micción normal. Todos los individuos vacían la vejiga cada 3 a 4 horas durante el día, y se levantan una vez durante la noche.
“Muchas mujeres tienen problemas para controlar a voluntad su necesidad de orinar y la incontinencia urinaria es mucho más frecuente de lo que se cree usualmente. Existen tratamientos simples para resolverla y recuperar la vida cotidiana sin problemas”, sostiene el Dr. Sergio Pasqualini, Director de Halitus Instituto Médico.
Si bien cada individuo puede experimentar los síntomas de una forma diferente, los síntomas más comunes son:
SÍNTOMAS
Incapacidad para orinar.
Dolor relacionado con el llenado de la vejiga o dolor relacionado con la micción sin comprobarse infección de la vejiga.
Debilidad progresiva del chorro urinario con o sin sensación de completo vaciado de la vejiga.
Aumento de la frecuencia al orinar sin que haya infección de la vejiga.
Necesidad de alcanzar el baño rápidamente o derrame de orina si no alcanza el baño a tiempo.
Cambio o anormalidad al orinar relacionados con el sistema nervioso.
Anormalidades tales como derrame cerebral, lesión de la médula espinal, esclerosis múltiple.
Derrame de orina que impide las actividades.
Derrame de orina que comenzó o continuó después de la cirugía.
Derrame de orina que ocasiona incomodidad social.
Infecciones frecuentes de la vejiga.
Según el Dr. Agustín Pasqualini (h), médico ginecólogo y obstetra de Halitus Instituto Médico, especialista en este trastorno, “los síntomas de la incontinencia urinaria pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos. Las pérdidas de orina pueden ser temporales o crónicas pero cualquiera sea el caso, este es un problema que sólo requiere que la mujer se acerque a un especialista. Se le realizará un examen físico, pruebas clínicas y además, es importante el reconocer el momento y las características de los episodios de incontinencia. Así como también, conocer los antecedentes clínicos de cada persona. Se le pedirá a la paciente que haga un diario miccional en el cual se anotará la hora y el volumen de cada micción, los episodios de incontinencia y los posibles factores desencadenantes (como la tos o el estornudo) Si es necesario se le pedirán estudios complementarios como cultivos de orina, análisis de sangre”.
No todas las incontinencias son iguales
Según el Dr. Pasqualini (h) “existen distintos tipos de incontinencia urinaria:
Incontinencia de urgencia: ocurre si la vejiga se contrae cuando no debiera. Los médicos llaman a esta afección vejiga hiperactiva. Es el más común de incontinencia en mujeres añosas y generalmente se trata fácilmente con la medicación.
Incontinencia de esfuerzo: ocurre cuando los mecanismos de esfínter urinario no llegan a cerrarse ante aumentos en la presión abdominal. Es la pérdida de orina durante el toser, el estornudo, reír, levantar algo pesado o la actividad física, actividades que causan un aumento en la presión del abdomen, que fuerza la orina fuera de la vejiga. Este tipo de incontinencia ocurre casi exclusivamente en mujeres y es causada por una debilidad en los músculos y tejidos que sostienen la pelvis.
Incontinencia mixta: Es la combinación de incontinencia de orina de esfuerzo y de urgencia. Es frecuente en mujeres jóvenes y de edad media.
Incontinencia por rebosamiento: ocurre cuando la vejiga falla en vaciarse completamente con la micción ya sea por obstrucción (más común en hombres) o por debilidad del músculo de la vejiga. Los escapes de orina ocurren porque se excede la capacidad máxima de reserva de orina.
Existen diferentes tratamientos para revertir este inconveniente y su utilización depende del caso particular de cada paciente teniendo en cuenta su edad, el estadio de la dolencia, la preferencia y la tolerancia de medicamentos del paciente”.
Tratamientos: cirugías y otros
“El tratamiento puede ir desde la toma de medicamentos y las técnicas de comportamiento y ejercicios pélvicos hasta la cirugía. El tratamiento va a depender en el tipo y la causa presumible de la incontinencia. En todos los casos el tratamiento va a comenzar con el menos invasivo como cambios en el estilo de vida”, explica el Dr. Agustín Pasqualini. Una de las opciones es el entrenamiento vesical que puede mejorar la incontinencia de urgencia y de esfuerzo. Este régimen ayuda a mantener los volúmenes vesicales bajos, y re entrenar a los músculos pelvianos para un mejor control de las contracciones.
Uno de los tratamientos quirúrgicos más novedosos son los llamados TVT y TOT. «El TVT y TOT son intervenciones mínimamente invasivas que se realizan con incisiones muy pequeñas que permiten corregir la falla que impide a la mujer controlar la pérdida de orina, conllevan poco tiempo quirúrgico y tienen una tasa de curación similar a la cirugía convencional de Burch. Se utilizan en otros países con gran éxito desde hace 8 años y han sido incorporadas en el Instituto Halitus con gran éxito en nuestras pacientes. Es fundamental no perder de vista que la incontinencia de orina no es una enfermedad pero debe ser reconocida como un problema porque afecta la vida cotidiana del paciente”, explica el Dr. Agustín Pasqualini.
Y continúa: “TVT consiste en dos pequeñas incisiones de dos centímetros a cada lado por encima del pubis, una pequeña incisión en vagina y la colocación de una cinta que trabaja a modo de cincha por debajo de la uretra funcionando como sostén de la uretra y evitando así las pérdidas. El sling TVT esta indicado para el tratamiento de la incontinencia de orina de esfuerzo que resulta de hipermovilidad uretral y/o de deficiencia intrínseca del esfínter. La tasa de éxito es de aproximadamente el 85% para las pacientes que han tenido la cirugía hace 5 años. El procedimiento de TOT (por vía Transobturatriz) presenta algunas ventajas: es más rápida, más segura, con menores riesgos y presenta una posición más anatómica de la cinta. Las incisiones son muy pequeñas y se realizan en las ingles, una en cada lado, y en la vagina se realiza la misma incisión que para el TVT debajo de la uretra, permitiendo que la cincha sea colocada debajo de la uretra sin tener que pasar las agujas a través del espacio retropúbico y de la pared abdominal. El espacio por el cual pasa la aguja se ha estudiado y es un espacio muy seguro para trabajar. No hay riesgo de sangrado importante ni de lesión de la vejiga”.
Tanto el diagnóstico exacto de las causas por las cuales se produce la incontinencia como los antecedentes del paciente son fundamentales para determinar el mejor tratamiento, siempre de menos a mayor, y lo más importante es lograr que los pacientes consulten. Para ello es fundamental que el mensaje principal sea que no tienen por qué vivir mal, y un simple tratamiento puede devolverles la calidad de vida perdida.