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Por: Cosmopolitan | 10/06/09

Sus sex-preguntas íntimas


Aunque no lo admitan, ellos también se preocupan (y mucho) por todo lo referente a su sexualidad. Te contamos cuáles son sus siete inquietudes más frecuentes: ésas que pueden hacerles perder el sueño...y a vos, ¡también!

Ya se sabe: nosotras aprovechamos el chequeo anual ginecológico para plantear todas nuestras dudas e inquietudes. Pero ¿qué pasa con los hombres y todas esas cuestiones sexuales que los intrigan o los síntomas de su cuerpo que los atemorizan? «Desde que un varón tiene un problema sexual hasta que pide ayuda profesional pasan por lo menos tres años. En ese tiempo hacen cualquier cosa: consultara amigos, implementar métodos caseros…», asegura el psicólogo y sexólogo clínico Bernardo Stamateas, autor de Sexualidad y erotismo en la pareja. «Pero en los últimos tiempos, cada vez hay más hombres de todas las edades que quieren saber», declara el urólogo Ornar Layús, responsable del Departamento de Andrología y Urología de Halitus Instituto Médico. ¿Qué es lo que necesitan conocer? Acá va un compiladito con las siete preguntas más comunes que hacen los chicos en los consultorios.


P: «¿Puedo estar excediéndome con la masturbación?»
R: Considerando que los chicos están constantemente toqueteándose, resulta bastante sorprendente descubrir que se preocupan por la frecuencia de sus solos de sexo. La realidad es que, entre los 20 y los 30 años, un hombre suele autoestimularse varias veces al día, cada día. Y es perfectamente normal. En esta etapa, su sistema está en su pico de producción de testosterona y eso da como resultado un montón de energía sexual. Según Stamateas, en ocasiones puede haber otros motivos asomando aquí: «A lo mejor, cuando está solo da rienda suelta a fantasías que no se anima a satisfacer con su pareja». ¿Cuándo debería preocuparse, entonces? El doctor Itzcovich sostiene que el punto de inflexión es cuando se trata de «una conducta compulsiva que lejos de proporcionar placer lo único que trae es alivio de la carga de angustia. También cuando interfiere en las tareas cotidianas, laborales o sociales». Así que, a menos que él prefiera quedarse en casa navegando páginas porno en la compu antes que interactuar con chicas de carne y hueso o tener una vida plena, no hay nada de qué preocuparse.


P: «¿Cuál es el tamaño normal?»
R: «Hablamos de un promedio de 7,5 centímetros en estado de flaccidez, que durante la erección pasaría a 14 ó 15 centímetros», establece el urólogo Luis Itzcovich, especializado en sexología y autor del libro Sobre sexo y salud. «La gran mayoría de los hombres cae en este rango, aunque muchos crean que son demasiado chicos», agrega el doctor Layús. Sí, sí: aunque parezca un estereotipo son muchísimos los que preguntan. ¿Por qué ellos se obsesionan tanto con estas medidas? «Para el varón, el tamaño tiene una relación directa con su fuerza masculina», explica Stamateas. Una idea equivocada es la que relaciona mayor tamaño a mayor capacidad de dar placer. «La parte más sensible de la vagina es el primer tercio, por eso tener un súper miembro no significa más placer para la mujer ni para el varón», aclara el especialista. Sin embargo, todavía hay hombres que tienen «estrabismo»: con un ojo miran a su compañera y con el otro a su amiguito, para ver qué tal está funcionando.


P: «Me pica y me arde. ¿Me habré pescado algo?»
R: «Cuando un hombre aparece con estos síntomas, fe decimos que parece ser una infección, y que eso necesita ser chequeado», dice el doctor Layús. Una de las infecciones que hay que descartar es la clamidia, la enfermedad de transmisión sexual (ETS) bacterial más común. Las señales habituales son ardor o molestias durante la relación sexual. La clamidia se cura fácilmente pero, si no se trata, podría poner en riesgo la fertilidad. Un chico también puede notar zonas enrojecidas en su amiguito «y sentir una intensa picazón, tanto en el glande (cabeza) como en el prepucio (piel que recubre el glande), que suelen ser síntomas de herpes simple», afirma el urólogo. Otra causa frecuente es la balanitis, un proceso inflamatorio infeccioso que afecta a las mismas zonas y en general es provocado por hongos o bacterias que se encuentran a nivel del prepucio. Además de dolor e irritación puede traer una secreción blancuzca e, incluso, mal olor.


P: ´¿Puedo usar el mismo preservativo dos veces?»
R: «No Eso nunca es una opción», advierte Itzcovich. «Un preservativo reciclado facilita que el semen se filtre hacia la vagina, elevando las posibilidades de contraer y contagiar una ETS y de gestar un embarazo no deseado» La regla general: un chico debería ponerse uno ni bien note a su amiguito preparado y no debería sacárselo hasta que la acción haya concluido por completo Muchos especialistas sugieren usar uno nuevo después de 45 minutos, porque cuanto más tiempo se lo tenga puesto, mayor será la probabilidad de que se rompa.


P: «¿Por qué se me baja mientras lo hago?»
R: «El estrés y la propia presión por
´rendir´ suelen ser los responsables», dice Layús. En el caso de algunos, su miembro no muestra la firmeza suficiente para la penetración; en el de otros, el problema es mantenerla. «Uno de los errores más ridículos de ¡os hombres sobre su funcionamiento sexual es la idea de que deben ser capaces de lograr una erección cuando quieran y bajo cualquier circunstancia», explica Stamateas. Por eso, recomienda prestar atención a ciertas condiciones: «No estar demasiado cansado, no tener un malestar físico significativo, que haya ´deseo emocional´ -interés o atracción por su pareja- y despreocupación por el rendimiento sexual. También es aconsejable evitar los excesos con el alcohol y el consumo de drogas o sedantes». Para esos momentos de bajón, los especialistas recomiendan desviar la atención del asunto. Cuando estés con un hombre al que le pase esto, por un rato dediquense a mirar una peli erótica o una revista. 


P: ´Tengo herpes genital. ¿Cómo hago para no transmitírselo a mi chica?»
R: «Abstinencia mientras dure el brote», responde el doctor Layús. «Aun cuando un chico infectado ya no tenga llagas, dolor o picazón, el virus permanece dormido en el organismo y puede reaparecer en cualquier momento». Una persona con herpes genital puede pasarse el herpes a otra parte de su cuerpo (por ejemplo, a la boca). Por lo tanto hay que evitar tocarse la región genital durante los brotes y, de hacerlo, lavarse bien las manos. «También es importante tener en cuenta que puede transmitirse por vía vaginal, oral y anal», enfatiza Layús. Los síntomas tempranos del brote son: picazón en el área del glande o prepucio e irritación creciente. Éste es el momento en el que hay que consultar, porque es ahí cuando empieza ser contagioso, si bien las ampollitas aparecen recién a las 48 horas. En caso de que se confirme el diagnóstico, es probable que el médico indique algún «antiherpético» por vía oral e, incluso, antivirales locales (pomadas).


P: «Llego al clímax demasiado rápido. ¿Cuál es mi problema?»
R: «Casi siempre es un problema de origen ansioso», explica Stamateas. ¿Con qué se relaciona? «Muchas veces, con la forma en que ese chico debutó, las presiones, la inexperiencia, el miedo o la incomodidad. Cuando pasa eso, el hombre siente una ansiedad por el desempeño que le hace olvidar que, en este proceso, ensayo, error y acierto son necesarios», dice el sexólogo. Si tu chico tiene este problema, los especialistas recomiendan que pruebes posiciones donde seas vos, y no él, quien regule el ritmo sexual. Por ejemplo, sentada cara a cara sobre tu chico.