PROS Y CONTRAS DE HACERLO CUANDO ESTAMOS INDISPUESTAS. DEJA ATRAS LOS MALESTARES TÍPICOS DE ESOS DÍAS.
Por Mariana Fusaro.
EXPERTA CONSULTADA
Dra. Beatriz Literat Médica ginecóloga y especialista
en sexología clínica, a cargo del Departamento de Disfunciones Sexuales de Halitus Instituto Médico.
Incluso, la mayoría andamos con un humor de perros, culpamos a los hombres de todos nuestros males y no queremos ni que nos miren de lejos. Pero… aunque usted no lo crea: la libido puede verse increíblemente aumentada cuando estamos «indispuestas». Porque la pregunta es: ¿»indispuestas» para qué? ¿Para ir a trabajar, para hacer las tareas de la casa, para tener orgasmos? En definitiva, este proceso fisiológico que nos viene a recordar que somos dueñas de la capacidad mágica de portar vida se repite todos los meses, durante casi una semana, a lo largo de unos cuarenta años. Demasiado tiempo como para no disfrutar, ¿no? Vos podés elegir estar más «dispuesta» que nunca.
El fantasma del embarazo desaparece
En pleno desprendimiento del endometrio, las chances de que allí se implante un óvulo deberían ser iguales a cero. Salvo que haya un trastorno hormonal muy grande que haga que estés ovulando en ese momento, algo que no es nada común. Según varios estudios sobre sexualidad femenina, el motivo por el que millones de mujeres ven aumentada su libido con la menstruación es justamente porque se sienten confiadas de no salir embarazadas. Son muchas las que no pueden tener sexo de calidad con ese miedo dando vueltas.
Los orgasmos de tus sueños están más cerca
La brusca caída de estrógenos y progesterona se suele percibir como una gran congestión de sangre en la pelvis. Esto significa mayores sensaciones de excitación en la zona, sumado a que hay más lubricación, es decir: la oportunidad de lograr más fácilmente orgasmos intensos. Esta mejoría de las condiciones orgásmicas no es una verdad absoluta, ya que depende de una interpretación subjetiva de las sensaciones. Todas prestamos más atención a nuestros genitales cuando menstruamos, les ponemos más energía, los tenemos como en relieve. Pero esa energía, según nuestras historias personales, también puede tener connotaciones negativas, de dolor, incomodidad o suciedad.
Aumentan los riesgos de contagios y enfermedades
Tener sexo indispuesta y sin protección es una invitación al contagio de herpes, VIH y otros virus que se transmiten por vía sanguínea. En tu cuerpo hay millones de capilares y arteriolas abiertas; el útero está en carne vi va y el endometrio interior, expuesto. Hasta que se tapice de vuelta, los capilares se cierren y finalmente cicatrice, tendrán que transcurrir unos siete días, a partir del último de sangrado. Para que te des una idea: entre las mujeres judías ortodoxas, que se abstienen de la penetración durante la menstruación y la semana posterior, la incidencia de cáncer de cuello uterino es casi nula.
Te angustia lo estético
La preocupación por la higiene y, fundamentalmente, la imagen es universal en el género femenino. El ingenio, también: desodorantes íntimos, yuyos «que te desinflan», analgésicos de rápida acción, toallas disimuladas bajo las sábanas, tampones hasta en la ducha. La posibilidad de aprovechar este tiempo para tener encuentros no necesariamente genitales es otra opción interesante para alimentar el erotismo. Si ver sangre impresiona (a vos o a él), el diafragma es un buen aliado para retener su flujo durante las relaciones.
¡POBRES NUESTRAS ABUELAS!
En tiempos antiguos, era común la creencia de que la mujer se volvía impura, enferma o contaminada durante el período menstrual. Incluso hasta hace no tantos años, las madres de todos los credos nos entrenaban para ocultar a cualquier costo el hecho de que estábamos indispuestas-las manchas en la ropa aún siguen constituyendo una terrible vergüenza-y enseñaban que no debíamos bañarnos, practicar deportes ni batir mayonesa (porque se cortaba). El sexo ni siquiera figuraba en la lista. Se sobreentendía que el sangrado era un inapelable motivo de género para tomar distancia y aliviarse de ciertas «obligaciones» o, simplemente, una asquerosidad.
Existen posiciones ideales para esto, como para todo
Para suavizar los efectos de la ley de gravedad, están las cómodas posturas de costado (que también se aplican en casos de cansancio, enfermedad, embarazo y alturas muy desparejas). Según Masters y Johnson, además, son las más efectivas para facilitar el orgasmo, siempre que haya cariño manual. La más popular de sus numerosísimas variantes es la cucharita. Otra es «el enlazamiento femenino», que es cara a cara: vos con las piernas abiertas y flexionadas, para abrazarlo con ellas (cuanto más subís las rodillas, mayor es la penetración). Por otro lado, en «la tijera», parecida a la cucharita, abrís la pierna de arriba, la estiras hacia atrás y la enroscás en su cintura, lo cual deja completamente abierto el camino hacia el clítoris.
Te alivia la tensión y los dolores
Tanto la excitación como el orgasmo estimulan la liberación de químicos cerebrales responsables de sensaciones de bienestar que contrarrestan las de dolor. Las endorfinas y la serotonina descongestionan venas y arterias, mejorando la circulación, amén de aumentar la felicidad. En los años 70, la norteamericana Beverly Whipple identificó uno de los más poderosos efectos de la oxitocina, que propicia la relajación, el afecto y los estados mentales de claridad y desinhibición: su capacidad para mitigar los dolores. Whipple demostró que, durante el orgasmo, las mujeres toleramos hasta un 110 por ciento más de sufrimiento físico.
Es tu oportunidad de recuperar el poder del útero
En otras culturas, la menstruación ha sido considerada un tiempo especial y sagrado. En la antigua Europa y el Cercano Oriente, donde los primeros pueblos matriarcales reverenciaban a la Diosa, las prácticas religiosas estaban vinculadas con los procesos del cuerpo femenino, y la sangre menstrual era altamente valorada como poseedora de poderes mágicos, ofrecida en ceremonias por los celtas, egipcios, maoríes y taoístas. Lara Owen, la autora de La sangre de ella es oro: celebrando el poder de la menstruación, dice que la palabra «ritual» proviene de «rtu», que significa «menstruo» en sánscrito. «Tratamos tanto de ordenar y hacer sanitaria la vida moderna que corremos el riesgo de que no quede vida en nosotros -escribe-. Las menstruaciones nos salvan de ese destino (son un aspecto salvaje y primitivo, crudo e instintivo, sangriento y eterno de lo femenino) y ninguna cantidad de ´civilización´ cambiará eso.» Así que ya es horade que dejemosatrás las últimasquisquillosidades y nos reconciliemos definitivamente con ellas, también dentro de la cama. Porque si sos mujer, cuando estás indispuesta lo sos más que nunca. Y hacer el amor siempre fue una de las mejores maneras de celebrar eso –
CALENDARIO VIRTUAL
CORRE LA BOLA: EXISTE UN SITIO WEB PARA QUE LOS HOMBRES DETECTEN «ESOS DÍAS» Y ASI EVITAR CONFLICTOS DE PAREJA. Por Agustín Lavagnino.
Está comprobado que el síndrome premenstrual, esos días en que te «está por venir» pero todavía no, afecta de manera diferente a cada mujer. En algunos casos, los síntomas son más evidentes, ya que pueden generarse ciertos trastornos fisiológicos y cambios en el estado de ánimo. Pero la noticia es que los hombres ya se están preocupando por esto: para mantenerse
alertados sobre el momento en que llegarán esos días en la agenda de sus mujeres, presentaron en Australia la web www.pmsbuddy.com. Más de cien mil hombres de todo el mundo se registraron en el sitio creado por Jordan Eisenberg, un chico de 28 años. Según su propio relato, la idea surgió a raíz de una charla entre amigos, en la que todos compartían anécdotas con
ese denominador común: «A ella le está por venir», y se preguntaban cuál era la mejor manera de evitar conflictos con sus parejas. Semanas después y con el eslogan «Salvemos nuestras relaciones mes por mes», la web fue un hecho… y un éxito.
Así que si querés que tu pareja sepa y te tenga paciencia en ese período, le pasás el link ¡y listo!
¿Qué dicen ellos de nuestro humor en esos días?
Gabriel Varela
(28)
«Hay mujeres que se ven afectadas mínimamente, casi se podría decir que es imperceptible lo que les está pasando. De todas formas, siempre lo tengo presente para controlar mis límites.»
José Rivera
(30)
«A veces, uno siente la tentación de decirles ciertas cosas. De todas maneras, si sabemos que ellas suelen ponerse mal, es mejor hablar esos temas en otra fecha, como si se tratara de un calendario diplomático.»
Gastón Inglese
(25)
«Nunca me puse a pensar en cómo debería tratarlas cuando están en esos días tan especiales. En este momento no tengo novia, pero si tuviese una pareja estable, entraría en esta web e intentaría entenderla y no molestarla.»
Justo José Ledesma
(35)
«No es algo a lo que te preste mucha atención a la hora de relacionarme con las mujeres. De todas formas, busco la comprensión y ponerme en su lugar. En definitiva, todos tenemos nuestros días.»