Las variaciones emocionales que conllevan los tratamientos de reproducción asistida son tan importantes que es indispensable que los médicos trabajen en forma multidisciplinaria con los psicólogos.
A través de la evaluación psicológica es posible conocer el estado emocional de la pareja, sus herramientas y los riesgos de desarrollar trastornos emocionales y permite, especialmente durante los primeros meses de diagnóstico médico, preparar a la pareja psicológicamente para hacer frente al proceso.
Judith Cosogliad, una de las psicólogas del Instituto Médico Halitus, explicó que en un principio, “cada paso del tratamiento es vivido con un optimismo renovado y nuevas esperanzas pero tiene una carga emocional fuerte para ambos miembros”.
“Muchas veces los problemas de fertilidad amenazan los proyectos de vida de las personas, alteran su autoestima, provocan aislamiento y modifican la sexualidad de las parejas”, dijo la psicóloga.
Las investigaciones realizadas durante los últimos años demostraron que hay un alto grado de sufrimiento en las personas que padecen infertilidad. Por eso la consulta y el apoyo psicológico son fundamentales no sólo porque brindan la contención necesaria sino por su incidencia en la psiconeuroendocrinología y el aumento de las posibilidades de éxito.