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Por: Revista Como estar bien | 03/10/08

No puedo tener hijos


El porcentaje de parejas que no pueden tener hijos o demoran en concebirlos es cada vez mayor, y tal vez vos seas una de ellas.

Por eso, hablamos con los mejores especialistas y te contamos cuáles son las causas más frecuentes, cómo influye el factor emocional y cuáles son los tratamientos recomendados.


Ser padres es un tema que se plantean todas las parejas en algún momento de la relación. Y cuando pasa un tiempo prudencial y el deseo crece pero el embarazo no llega, la situación comienza a complicarse. Algunas de las dudas que surgen son ¿qué nos pasa? ¿Podremos tener hijos? ¿Dónde está el problema? Y, no creas que estás sola: «Las consultas se han incrementado en los últimos años y esto se debe, en gran parte, a la tendencia mundial de las mujeres a postergar su maternidad especialmente en pos de una mejor posición social o por razones laborales», explica doctor Sergio Pasqualini, Director de Halitus Instituto Médico. Del mismo modo, El doctor Jorge Blaquier, especialista en Andrología y Medicina Reproductiva de Fertilab, dice que el aumento de las consultas se debe a la mayor información de la población: «Internet juega un papel muy importante en la actualidad en cuanto a la información general y sobre todo a la información médica, que en otro momento sólo estaba vedada a la consulta con el profesional», indica.
Ahora bien, ¿es lo mismo infertilidad y esterilidad? Según el doctor Pasqualini, generalmente se utilizan de manera indistinta, aunque no son lo mismo. «Hablamos de esterilidad cuando hay imposibilidad de gestación, y en cambio, hablamos de infertilidad cuando, aún con gestación, no se logra llevar adelante un embarazo exitosamente porque se ve interrumpido en alguna de sus etapas. Las opciones de tratamiento de una y otra son diferentes y dependerán de cada caso en particular», aclara. Con respecto a las causas, el doctor Marcelo Bergamasco, especialista en Ginecología, Medicina Reproductiva y Cirugía Endoscópica Ginecológica del Centro Argentino de Fertilidad, explica que cerca del 50% de las parejas presentan causas mixtas de esterilidad; afectación tanto en factores femeninos como masculinos: «los trastornos ovulatorios, los uterinos, de las trompas de Falopio y del cuello uterino junto con endometriosis son los más frecuentes en la mujer, y en el varón el varicocele y las patologías obstructivas», asegura.


El factor psicológico


«Los factores psicológicos y emocionales están siempre presentes dado que las personas somos un todo. Es importante que el paciente tenga una información clara de su problema y de sus posibilidades. Esto da confianza y ayuda a controlar las emociones», dice el doctor Blaquier. Por otro lado, el doctor Bergamasco considera que es muy difícil valorar cuánto afecta aisladamente el estado psicoafectivo en la dificultad para lograr un embarazo, pero afirma que es indiscutible el sufrimiento y la angustia que provoca especialmente esta dificultad. Por tal razón, «el acompañamiento psicoterapéutico juega un rol muy importante», resalta.
Respecto de esto, la licenciada Judith Cosogliad del Departamento de Psicología de Halitus Instituto Médico y coordinadora de los grupos de coayuda de la institución, opina que la consulta psicológica de la pareja por su infertilidad puede convertirse en una oportunidad para descomprimir la autopresión a la que se enfrentan. «La posibilidad de transitar el proyecto de embarazo mediante técnicas de fertilización asistida invita al profesional a reencausar las estrategias de adaptación que tiene la pareja, facilitándoles un espacio que los transforme en protagonistas activos de su proyecto de ser padres, sin victimizarse», dice. Además, indica que en las consultas psicológicas habitualmente se observa la presencia de emociones como la culpa, el dolor y la vergüenza y es notable como sus efectos en la vida cotidiana generan cambios de objetivos y prioridades en la sexualidad y en el humor. Asimismo, expresa que los grupos de coayuda son efectivos, puesto que permiten transformar el aislamiento -tan habitual en estas parejas-en un espacio donde compartir su dificultad. «Esta puesta en común en el espacio grupal posibilita calmar el dolor en la espera», dice. De igual forma, observa que las consultas psicológicas -tanto individuales como de la pareja- dan lugar a la verbalización de los aspectos temidos (miedo a no lograr el resultado esperado) y permiten contener la incertidumbre en lo que refiere al aspecto emocional de la pareja en un tratamiento de fertilidad. «Mi sugerencia profesional es no dejarse invadir y buscar ayuda de especialistas», aconseja.


Consulta y estudios


De acuerdo con los especialistas, cuando antes se haga la consulta habrá más posibilidades de abordar el tema con buenos resultados. «Se recomienda consultar luego de un año de relaciones en las mujeres de hasta 35 años sin antecedentes. Si la mujer es mayor de 35 o tiene antecedentes, conviene consultar antes», dice el doctor Blaquier, y subraya la importancia de tener en cuenta los tiempos biológicos, puesto que tanto en la mujer como en el hombre el paso del tiempo disminuye las posibilidades de un embarazo.
Según el doctor Pasqualini, las preguntas que se realizan en una primera consulta apuntan a orientar la dirección del diagnóstico, el cual es un paso fundamental para la elección del tratamiento más adecuado. Por eso, aclara que se les preguntará acerca de su edad, su estado de salud en general, operaciones o enfermedades mayores, infecciones urinarias o de transmisión sexual e incluso de sus antecedentes familiares. También acerca de la frecuencia de las relaciones sexuales, si han intentado coincidir con algún período concreto del ciclo de la mujer o si se presentaron problemas en la relación sexual en algún momento, como eyaculación precoz, dispareunia —dolor vaginal- o algún trastorno que dificulte el coito. «Además, se les realizará un examen físico general: de mamas y chequeo pélvico en la mujer, y el andrólogo examinará en el hombre los testículos».
Por otro lado, el doctor Blaquier indica que conjuntamente se hacen otros estudios, tales como:


En la mujer


• Estudios hormonales: para saber sobre la actividad del ovario (si ovula espontáneamente).
• Ecografía ginecológica: para descartar la presencia de miomas en el útero.
• Histerosalpingografía: para saber si la permeabilidad tubaria es normal o está interrumpida, y si la cavidad uterina es normal anatómicamente.


En el hombre


• Espermograma completo con morfología estricta y con determinación de anticuerpos antiespermatozoide.


El tratamiento


«El tratamiento se decidirá de acuerdo al diagnóstico o ala alteración -cuando se pudo determinar-, ya que en oportunidades el diagnostico es Esterilidad sin Causa Aparente. Los tratamientos van desde cambios en la frecuencia en las relaciones sexuales hasta técnicas de reproducción asistida de alta complejidad, pasando por estimulación de la ovulación, inseminaciones intrauterinas y fertilización in Vitro, entre las más frecuentes», dice el doctor Bergamasco.
A su vez, el doctor Pasqualini nos explica en detalle los procedimientos:
Las técnicas de baja complejidad (no invasivas) son aquellas que no requieren la extracción del óvulo para fertilizarlo sino que la fertilización se realiza dentro del útero:


• Inseminación uterina: es un procedimiento simple que consiste en colocar a los espermatozoides móviles obtenidos de una muestra procesada de semen dentro del útero de la mujer cerca del momento de la ovulación, a la espera de que alguno de los espermatozoides logre llegar al óvulo que cada mes es liberado del folículo.


• Relaciones sexuales programadas: consiste en que la pareja mantenga relaciones sexuales coincidentes con el momento de la ovulación. Este momento podrá determinarse por control ecográfico del ciclo y, eventualmente, por un test con orina.
Las técnicas de alta complejidad (invasivas) son aquellas en los que los óvulos de la mujer se extraen del cuerpo y se fertilizan in Vitro:


• Fertilización in Vitro, conocida como FIV, es aquella en la que se realiza inseminación de los óvulos con espermatozoides.


•  El ICSI, es aquel caso en el que se realiza la inyección del espermatozoide dentro del óvulo.


• El Diagnóstico Genético Preimplantatorio (DGP), una técnica que posibilita el diagnóstico de anomalías genéticas en los embriones antes de ser transferidos al útero materno y también debe ser considerado en esta instancia.
«Muchas veces cuando las causas son aún desconocidas, recurrir a un tratamiento de Fertilización in Vitro permite lograr el embarazo o, en caso de no lograrlo, permite localizar el problema y actuar en consecuencia», destaca.


Constanza Namode


Agradecemos a:


• Dr. Jorge A. Blaquier. Andrología y Medicina Reproductiva. Fertilab.
•  Dr. Marcelo Bergamasco. Especialista en Ginecología, Medicina Reproductiva, Cirugía Endoscópica Ginecológica. Centro Argentino de Fertilidad.
• Dr. Sergio Pasqualini. Director de Halitus Instituto Médico.
• Lic. Judith Cosogliad. Dto. de Psicología de Halitus Instituto Médico y coordinadora de los grupos de coayuda de la institución.


EMBARAZO Y NÚMEROS


El doctor Pasqualini explica que:


• La posibilidad de embarazo disminuye a partir de los 30 años en forma gradual hasta los 35 años y rápidamente a partir de los 40 años.
• Entre las mujeres de menos de 30 años el 71% lo logran dentro de los primeros meses y en las mujeres de más de 36 años sólo el 41% lo logran en el mismo período de tiempo.
• Cerca de la tercera parte de la población de parejas infértiles o estériles se encuentra dentro de la denominada esterilidad sin causa aparente o ESCA. Son aquellos pacientes a los que luego de realizarles estudios de diagnóstico, no evidencian una causa médica identificable que explique la ausencia de embarazo.
• El 70% restante se reparte entre un 40% de esterilidad por causa femenina, otro 40% por causa masculina y un 20% por causas mixtas, es decir, cuando ambos miembros de la pareja tienen algún factor que explica la infertilidad. 


PARA TRATAR DE A DOS


Hace algunos años, los hombres no se involucraban tanto en los tratamientos de fertilidad, y este era un tema delegado pura y exclusivamente en la mujer. «Cuando iniciamos nuestro centro y una pareja no lograba el embarazo, era la mujer quien consultaba y luego de hacerse todos los estudios y no encontrar causa para su esterilidad, recién el hombre era estudiado. En la actualidad ambos miembros de la pareja consultan en forma simultánea», dice el doctor Blaquier.


1978, EL AÑO IN VITRO


El año 1978 fue revolucionario en cuanto a técnicas de fertilidad, puesto que Louise Brown fue la primera niña concebida mediante fertilización in Vitro, en Inglaterra. De este modo, sería considerada la primera bebé «de probeta» del mundo. Hoy, con treinta años de edad, ya es madre y no necesitó de la ayuda de las técnicas de reproducción asistida.