Criopreservar óvulos no provee una garantía ya que tanto los óvulos como la mujer pueden no presentar las condiciones óptimas al momento del tratamiento también puede suceder que no sean necesarios y que la interesada logre una concepción natural. Sin embargo, permite potencialmente poner a resguardo la fertilidad.
La infertilidad afecta a cerca de un 15% de las parejas en edad fértil y es un problema de pareja. Una pareja es considerada infértil si durante un año de mantener relaciones sexuales en forma regular y sin anticoncepción alguna, no logra el embarazo. Tiene causas diversas, por eso es importante estudiar detenidamente las causas, ya sean del hombre, de la mujer o de ambos, para elegir en consecuencia, el tipo de tratamiento que mayores posibilidades de embarazo les ofrezca. Cerca de la tercera parte de la población de parejas infértiles o estériles se encuentra dentro de la denominada esterilidad sin causa aparente o ESCA. Son aquellos pacientes quienes, luego de realizarse estudios de diagnóstico, no evidencian una causa médica identificable que explique la ausencia de embarazo. El 70% restante se reparte entre un 40% de esterilidad por causa femenina, otro 40% por causa masculina y un 20% por causas mixtas, es decir, cuando ambos miembros de la pareja tienen algún factor que explica la infertilidad.
Sin embargo, las mujeres deben tener en cuenta que uno de los factores que juega un rol importante es la edad. El pico de la fertilidad en una mujer es alrededor de los 25 años, comienza a descender a los 30, más significativamente a partir de los 35 y luego de los 40 años distintos estudios demuestran que la probabilidad de embarazo disminuye a partir de entonces en forma gradual y que aumenta el tiempo que se demora en lograr el embarazo. Es por ello que los científicos en distintos lugares del mundo se han preocupado por desarrollar técnicas que permitan preservar esa posibilidad a través del tiempo. La conducta social de postergación de la familia mayormente asociada a motivos personales, laborales y hasta económicos enfrenta a los médicos, inevitablemente, con el mayor problema a tratar en la pareja que consulta por infertilidad: la función del ovario.
“La preservación de la fertilidad no sólo es una opción para pacientes que deben enfrentarse a un tratamiento oncológico, también para aquellos que ya sea por razones sociales, económicas o de realización personal deciden postergar el momento de la paternidad. La preservación de la fertilidad en todas las etapas de la vida es hoy una realidad. La criopreservación consiste en utilizar muy bajas temperaturas para disminuir las funciones vitales de una célula y poder mantenerla en condiciones durante mucho tiempo. Las células se mezclan con soluciones «crioprotectoras» especiales y luego son almacenadas en nitrógeno líquido a -196°C en tanques especiales hasta el momento en que serán utilizadas. Creo que es indispensable concientizar a la población, especialmente joven, de que la infertilidad tiene relación directa con la edad y que, de verse en la necesidad de postergar la maternidad, existen opciones para preservar la fertilidad como, por ejemplo, la criopreservación de embriones, en caso de tener pareja, o la criopreservación de óvulos. La preservación en frío de óvulos es una opción válida en mujeres que ya han pasado la pubertad ya que pueden extraerse óvulos maduros y criopreservarse para ser fertilizados en un futuro. El éxito del congelamiento de óvulos depende fundamentalmente de la calidad de los mismos, y esta calidad tiene relación directa con la edad de la mujer. En los últimos años se ha avanzado mucho”, sostiene el Dr. Sergio Pasqualini, Director médico de Halitus Instituto Médico.
Indicaciones:
• Mujeres que deben sobrellevar un tratamiento oncológico y quieren preservar su fertilidad
• Mujeres que por razones personales/laborales y quieren preservar su fertilidad para el futuro
• Mujeres que han realizado procedimientos de fertilización asistida y no desean preservar embriones, prefieren criopreservar óvulos.
“Es importante saber varias cosas. Lo que determina el alza en la tasa de abortos no es la edad del útero sino la de los óvulos. Y no todos los óvulos sobreviven a la criopreservación y no todos los óvulos descongelados lograrán la fertilización y el embarazo. Es indispensable que la mujer entienda que estos adelantos de la ciencia no deberían incentivar la postergación de la maternidad hasta los límites mismos de la edad o por razones nimias. El mensaje sigue siendo que, si bien la ciencia avanza buscando opciones, la mejor decisión sigue siendo tener hijos cuando la fertilidad está en su pico. Sin embargo, muchos pacientes prefieren ya sea porque no tienen pareja, o por razones religiosas o éticas, criopreservar óvulos en vez de embriones. Y si bien las tasas de éxito son mayores preservando embriones, es una decisión del paciente”, expresa el médico.
¿Cómo se lleva a cabo?
“Muchas mujeres no están al tanto de las dificultades y riesgos de la maternidad tardía, la postergación de la gestación, el riesgo de aborto y de anormalidades cromosómicas. Lo primero que debe hacer una mujer para poder llevar a cabo la criopreservación de óvulos es consultar a un especialista que le explicará las posibilidades y el procedimiento y además, le solicitará algunos estudios hormonales e infectológicos para luego llevar a cabo un procedimiento de ICSI, que consiste en inyectar un espermatozoide dentro de un óvulo para lograr la fertilización”, explica el especialista en reproducción.
Los pasos a seguir:
• Estimulación ovárica: Cada mes la mujer desarrolla un solo óvulo que es liberado del folículo en el momento de la ovulación. Según la indicación de la inseminación se puede realizar la misma en un ciclo sin o con estimulación ovárica. Cuando se indica con estimulación la misma se realiza con dosis leves o moderadas de hormonas. El seguimiento del desarrollo folicular y la decisión del momento para realizar la inseminación se efectúa por medio de una ecografía realizada por vía vaginal.
• Aspiración folicular: Cuando los folículos en crecimiento llegan al tamaño adecuado, se suspende la medicación y se procede a la aspiración folicular. Es la etapa de recuperación de ovocitos que se realiza entre el día 11 y el 15 del ciclo. Lleva alrededor de media hora, dependiendo de la cantidad de folículos, y se realiza con anestesia y por vía transvaginal. El médico, ayudado por una ecografía transvaginal que le permite ver los folículos y punzarlos, aspira el contenido y envía los óvulos captados al laboratorio. La aspiración se les realiza a todos los folículos.
• Laboratorio: Los ovocitos son analizados en el laboratorio y se catalogan según su calidad y madurez. Se identificarán aquellos óvulos que estén maduros y se criopreservan a -196ºC hasta el momento en que la mujer decida su utilización.
“Llegado el momento en que la mujer desea buscar el embarazo, se procede a descongelar los óvulos, preparar a la mujer para recibirlos y a realizar el procedimiento correspondiente. Nosotros hemos logrado embarazos mediante este procedimiento y hemos aportado uno de los grandes avances de la ciencia en este campo. Halitus se ha sumado a los avances mundiales al descubrir que una técnica de criopreservación probada anteriormente en ratones en Estados Unidos que consistía en reemplazar la mayor parte del sodio que generalmente contienen los medios de cultivo por una sustancia llamada colina, una base orgánica, evita el efecto tóxico que el sodio produce sobre los ovocitos durante el congelamiento. Este trabajo realizado en el laboratorio de Halitus tuvo repercusión global, fue citado en varias publicaciones científicas y reconocido por investigadores en todo el mundo. Hoy hay aún más avances”, sostiene Pasqualini.
Programa de criopreservación de óvulos
“Nuestro programa de criopreservación lenta de óvulos empezó a funcionar en 1998. En estos 10 años hemos congelados los óvulos de 94 mujeres de entre 19 y 45 años. Nosotros al día de hoy se han descongelado óvulos de 48 de estas mujeres, con una tasa de embarazo del 21%”, cuenta Pasqualini.
Esa misma casuística muestra las razones principales por las que se congelaron esos óvulos:
• Óvulos excedentes de tratamientos de alta complejidad. “Cuando se obtiene gran cantidad de óvulos durante le procedimiento de fertilización in Vitro, criopreservamos la mitad sin fertilizar y la otra mitad llevamos a cabo la fecundación y preservamos los embriones obtenidos.”, explica el especialista.
• En procedimiento de fertilización In Vitro, cuando no es posible obtener espermatozoides para realizar la fertilización al momento de la transferencia al útero de la mujer, esos óvulos obtenidos son preservados en frío para la próxima oportunidad.
• Maternidad diferida. En casos en los que la mujer decide, ya sea por motivos de salud (oncológicos) o por razones personales, postergar el momento de la gestación, pueden criopreservarse esos óvulos y así preservar su fertilidad a futuro.
“Nuestra vivencia en consultorio y nuestra casuística nos permite vislumbrar un crecimiento importante de aquellos casos de mujeres que deciden postergar la maternidad por razones personales. Sin embargo, estos últimos casos son los que muestran un crecimiento mayor a partir de los cambios sociales que se han dado y el rol de la mujer en la sociedad actual”, dice Pasqualini. “Además es importante mencionar que hemos realizado un seguimiento de los bebés nacidos, que no han mostrado malformaciones y han evolucionado normalmente hasta los 2 años de edad”, definió.
Los científicos aseguran que las tasas de éxito de procedimientos realizados con ovocitos criopreservados han subido en los últimos años pero aún están por debajo de las tasas de éxito de aquellos realizados con ovocitos sin congelar. La casuística de Halitus de criopreservación lenta de óvulos ha sido muy positiva -fue realizada con anterioridad a la técnica de vitrificación- y ambas técnicas permiten pensar que la preservación en frío de óvulos será un lugar común en el futuro. Y aunque las nuevas técnicas aún no han probado ser tan beneficiosas, se vislumbra que tendrá el mismo éxito y las mismas facilidades que hoy tiene la criopreservación de esperma.