‘Pero cuando se practica en Internet no hay una relación íntima ni un componente de tipo humano, porque se refugian detrás de un personaje que vende lo que quiere o compra lo que quiere’, señaló.
Insistió en que ‘eso es el reemplazo directo de lo personal por algo ficticio, es como si fuera una forma de sexualidad chatarra’.
El sexo virtual consiste en dos personas conectadas en línea que se envían información sexualmente explícita poniendo en juego el deseo y la fantasía.
El ingreso de las webcams (cámaras de video que transmiten imágenes a través de Internet) a este ámbito aportó un estímulo visual a esa imaginación que si bien los especialistas consideran que es una experiencia distinta, nunca reemplaza una relación sexual en la cual el contacto físico con el otro es fundamental.
La psicóloga social Ana Blesa opinó que ‘el sexo en el chat es otra forma de expresarse’ y manifestó que le parece ‘fantástico, si crea una conexión con el otro’.
Blesa coincidió en que ‘puede existir cierta inseguridad’ en las personas que visitan páginas de sexo virtual, pero dijo que ‘también hay mucha curiosidad por algo que es nuevo’.
Consideró que ‘el problema es cuando se transforma en una adicción, como puede pasar por ejemplo con el tabaco o con el fútbol, donde se llega a un estado que no produce felicidad y afecta la autoestima’.
En cuanto a la idealización del otro que produce Internet, opinó que ‘también cuando hay enamoramieto, se ve al otro idealizado’.
La psicologa quien indagó el comportamiento de las personas en la web en su libro ‘Intimidad y Sexo en Diez una Noche’ relativizó el ailamiento que genera Internet, al sostener que ‘no es peor que cuando los maridos ven cualquier partido fútbol de la B o la C en la cama y la mujer está al lado leyendo una revista’.
Blesa reiteró que ‘el sexo por el chat, como todo, depende de la salud emocional de las personas que lo practican y es otra forma de conexión, que si llega a ser compulsivo, afecta a la persona’.(Télam)