La práctica de ejercicios físicos suaves durante el embarazo es considerada como positiva por los especialistas deportólogos dedicados a mejorar la salud de la madre y el bebé en gestación.
Las actividades físicas más recomendadas son el yoga y la natación, las cuales deben ser practicadas por las embarazadas bajo un control médico.
Flavia Szriber, profesora de natación para embarazadas de Halitus Instituto Médico, opinó que la natación ‘es una excelente opción de ejercicio físico porque disminuye el peso de la persona dentro del agua’.
También indicó que ‘esa situación le permite a la embarazada mantenerse activa, realizar un trabajo aeróbico para evitar el aumento de peso superior a lo aconsejado y ejercitar prácticamente todos sus músculos, sin exponerla a un gran esfuerzo’.
Para los especialistas, el agua es el medio ideal para la embarazada porque le brinda libertad de movimientos, de modo que la futura madre pueda adoptar posturas y realizar ejercicios que en tierra firme le resultarían cada vez más dificultosos.
UTIL PARA PREVENIR
Moverse en el agua, al vencer suavemente la fuerza de gravedad, es útil para fortalecer los músculos y ejercitar las articulaciones, previniendo lesiones que podrían producirse fuera del medio líquido. Además, el efecto sedante del agua y la contención que brinda a la futura madre, al sostener parte del peso corporal, resulta una herramienta útil para mejorar la postura y prevenir o corregir vicios en la posición.
Esta práctica activa la circulación sanguínea y el agua ejerce un efecto masaje en las extremidades, que ayuda a prevenir las várices y a reducir la hinchazón de los tobillos y los calambres. También mejora la respiración.
Por otro lado, la profesora de yoga Mariana Areso consideró que ‘la técnica del yoga es ideal para que las embarazadas reconozcan y cuiden su cuerpo y el de su bebé’.