El estudio
El trabajo presentado fue desarrollado entre 1998 y 2000. Intervinieron en el trabajo inicial 116 pacientes con antecedentes de pérdidas de embarazo repetidas, tanto del primero, como del segundo y tercer trimestre, consideradas inexplicables. En todas las pacientes se detectó trombofilia, un desequilibrio de la coagulación de la sangre.
Luego del diagnóstico y el correspondiente tratamiento anticoagulante –que consistió en heparina de bajo peso molecular-, cursaron 127 embarazos, logrando gestaciones exitosas con nacidos vivos en el 85,5% de los casos.
Estas mismas pacientes, sin tratamiento, sólo habían logrado embarazo con nacido vivo en el 14,5% de la totalidad del grupo.
Datos actuales
Desde el año 2000, momento en que el trabajo premiado fue presentado en la SAEF, hasta la actualidad, nuestras investigaciones en esta línea continuaron.
En julio del presente año presentaremos en el Congreso Internacional de Hemostasia y Trombosis -que se realizará en Birmingham, Inglaterra- la experiencia en el tratamiento de 229 mujeres con antecedentes de abortos repetidos en las que se identificó trombofilia.
Julio. Antes del diagnóstico de trombofilia, estas 229 mujeres habían cursado 693 embarazos, pero solo el 14.5% de ellos terminaron con nacido vivo (tasa de aborto: 85.4%).
Luego del diagnostico de trombofilia estas mujeres cursaron 264 embarazos bajo tratamiento anticoagulante, y el 81 % finalizó con nacido vivo.
Hubo una reducción significativa tanto en la tasa de abortos preclínicos, embriónicos como fetales en los embarazos tratados versus los embarazos previos no tratados.
“Esta investigación, tanto como los resultados exitosos de nuestros tratamientos –explica Adriana Sarto- es considerada novedosa a nivel mundial. Lo cierto es que hay muy poca experiencia terapéutica publicada.”
“La hemostasia –explica la doctora Adriana Sarto, a cargo del Departamento de Hematología de la Reproducción de Halitus Instituto Médico- es la rama de la Hematología que estudia los mecanismos de la coagulación de la sangre y las patologías vinculadas a estos desórdenes.
En los últimos años se ha indentificado que un alto porcentaje de ciertas complicaciones que ocurren durante el embarazo y cuyas causas parecían inexplicables, se vinculan a desequilibrios de la coagulación de la sangre denominados trombofilias.
Estas trombofilias no son otra cosa que desórdenes de la coagulación que aumentan el riesgo de trombosis –o formación de coágulos-”.
Observando los riesgos en la reproducción y el embarazo, específicamente, la doctora Sarto explica que las mujeres “que poseen esta tendencia –que puede ser heredada o adquirida, según el caso- tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad tromboembólica durante la gestación y el puerperio, y se las ha asociado en los últimos años con un riesgo aumentado de patología vascular placentaria, llevando a un pobre pronóstico gestacional”.
Riesgos
La importancia de diagnosticar las trombofilias, expresa la hematóloga, “radica fundamentalmente en la alta prevalencia y en la alta morbimortalidad feto materna que presentan. Así, los abortos tempranos recurrentes ocurren en el 2 a 3% de las mujeres sanas en edad fértil. Hasta hace poco, más del 50% de estos casos permanecían inexplicables”.
Las trombofilias están vinculadas con las siguientes complicaciones:
• Mayor riesgo de pérdida de embarazo espontáneo (abortos de 1º, 2º y 3º trimestre)
• Muerte fetal intrauterina
• Retardo de crecimiento fetal
• Preeclampsia (hipertensión del embarazo)
• Abruptio placentario
Contribuciones de la hematología
“Esta rama de la medicina –continúa Sarto- ha ido aportando respuestas a través del conocimiento de ciertos marcadores trombofílicos de riesgo que se pueden determinar en estas mujeres con antecedentes de complicaciones gestacionales inexplicables”.
El equilibrio de la hemostasia se debe a un interjuego dinámico entre factores procoagulantes y anticoagulantes. Estos sistemas participan activamente en tres estadios cruciales del embarazo: la implantación del embrión en el endometrio uterino, la invasión trofoblástica y el desarrollo de la vasculatura placentaria.
Los sistemas de coagulación deben ser hábiles para adaptarse a diferentes situaciones de estrés hemostático y el embarazo representa en condiciones normales una situación procoagulante. En definitiva, con todos sus cambios hormonales y orgánicos, la gestación representa precisamente una situación de estrés hemostático.
“Cuando una mujer presenta previamente algún desequilibrio de la coagulación de tipo trombofílico, la adaptación que significa el embarazo se puede ver dificultada y así ser ineficiente su función en algunas de las tres etapas mencionadas”.
Excelentes resultados
El mecanismo que explica “el motivo por el cual las trombofilias pueden producir complicaciones gestacionales –detalla Sarto- se basa en que el defecto trombofílico llevaría a un aumento en la generación de trombina. Esto produce un aumento de la coagulación de los vasos que irrigan la placenta y un menor flujo sanguíneo. En síntesis, estas alteraciones pueden producir abortos tempranos –antes de la semana 10 de gestación-, y complicaciones placentarias tardías, entre otras.”
Felizmente, agrega la hematóloga, “el pronóstico gestacional de las mujeres portadoras de marcadores trombofílicos así como las que tienen el síndrome antifosfolipídico, ha mejorado considerablemente con la introducción de terapéutica antitrombótica”.
Trastornos hematológicos ligados a la infertilidad:
Fallas reiteradas en tratamientos de Fertilización in Vitro
El Departamento de Hematología de Halitus desarrolla también un programa de investigación y tratamiento en el caso de mujeres que presentan fallas reiteradas en procedimientos de Fertilización in Vitro (FIV). “Una vez derivadas al departamento de hematología –explica Pasqualini- y realizados los estudios clínicos para detectar los marcadores trombofílicos, hemos descubierto la alta incidencia de estos casos. Es decir, los mismos marcadores que se encuentran en las mujeres que sufren abortos a repetición, retardo de crecimiento fetal, muerte fetal intrauterina o preeclampia, también se encuentran en mujeres que realizan tratamientos para un FIV, en los cuales el embrión es de buena calidad, pero repetidamente no seproduce el embarazo”.
Por ese motivo se puede pensar que podría existir en algunos casos una falla en la implantacion ligada a este problema hematológico. “Al medicarlas de la misma manera que en el caso de trastornos de la gestación, se logran mejores resultados en los procedimientos de fertilización”, finaliza Pasqualini.