Cada vez más mujeres en la Argentina necesitan de la ayuda de otras para ser madres.
El 20 por ciento de los 3 .578 procedimientos de fertilización asistida que se realizaron en el país corresponde a la donación de óvulos, según datos de 2002 de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (Samer), procesados este año.
«Siendo conservadores, estimamos que hoy esa cifra ascendió, por lo menos, al25 por ciento», evaluó el presidente de esa asociación, Claudio Chillik, que dijo que el año pasado hubo 700 mujeres que recurrieron a óvulos donados para quedar embarazadas. La tasa de efectividad de esta práctica oscila entre 45 y 50 por ciento, según publica en su edición de hoy el diario La Nación.
La donación de óvulos, al igual que el resto de los procedimientos de fecundación in Vitro, no está regulada por ley, lo que genera incertidumbre para padres y donantes. Los motivos de esta tendencia, según los especialistas consultados, son la búsqueda de embarazos después de los 40 años, los casos de menopausia precoz y otros trastornos ginecológicos.
El procedimiento tiene tres pasos: la estimulación ovárica de la donante, la extracción de los óvulos y fecundación con el semen del hombre, y, por último, la implantación del embrión en el útero de la receptora. El costo del tratamiento es de entre 5 mil y 6 mil pesos.
«Las parejas posponen mucho la paternidad por razones de estudio, profesionales, de bienestar económico. Cuando deciden tener un bebe su fertilidad no es la misma, explicó Eduardo Lombardi, presidente de la Sociedad Argentina de Endocrinología Ginecológica y Reproductiva, y médico del Instituto de Fertilidad (IFER).
«El grueso del aumento de la demanda de ovodonación se debió a un cambio cultural de las mujeres, que quieren ser madres a mayor edad, aunque las patologías como la menopausia precoz se mantuvieron estables», describió Luisa Barón, directora de la Fundación para la Investigación Médico-Psicológica (Impsi).
A pesar de que disminuyó el número en la última década, tanto parejas como mujeres solas recurren a la donación de semen. En Buenos Aires hay dos bancos que atienden a particulares y que también abastecen a los centros de fertilización: Ceusa y Cryobank.
La necesidad de recurrir a esperma de terceros comenzó a decaer en 1994, por el uso de la técnica de inseminación intracitoplasmática (ICSI, por sus siglas en inglés), según dicen los expertos.
Este método, que a diferencia de los anteriores necesita de un solo espermatozoide que luego se inyecta en el óvulo, permitió que muchos hombres accedieran a ser padres con su propio semen.
«Hace diez años teníamos por lo menos 50 de estos casos por mes. Ahora bajó a cuatro o cinco», indicó Chillik, quien dijo que las muestras cuestan entre 300 y 3:50 pesos. «La donación de semen es un trámite simple. Si la mujer tiene ciclos regulares, en el momento de ovulación se prepara el esperma y con una cánula finita se lo colocan», describió Sergio Pasqualini, director médico de Halitus.
Los donantes de semen y de óvulos son anónimos. Reciben una «compensación» por 105 servicios prestados, luego de hacerse estudios de infectología, genéticos y un examen psicológico para determinar si son aptos.
“No estamos de acuerdo con que los pacientes traigan a conocidos ni con que la donación se convierta en un negocio», sostuvo Chillik. Los donantes de semen cobran entre 50 y 60 pesos y las de óvulos, alrededor de mil.