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Por: Para Ti | 04/02/05

ENDOMETRIOSIS, un enigma que empieza a revelarse


Produce dolores insoportables pero también puede ser asintomática. Muchos médicos aún la confunden con otras dolencias o siguen sosteniendo que el dolor menstrual es normal. Por eso, certificar su diagnóstico puede insumir varios años. Qué es esta enfermedad que afecta a un millón de argentinas.

Texto María Fernanda Sanguinetti
Fotos Archivo Atlántida

La salud de Marilyn Monroe, bien es sabido, nunca fue de las mejores. Además de sus problemas de depresión, insomnio y sobrepeso, la actriz tomaba gran cantidad de medicamentos para paliar sus fortísimos dolores pelvianos. Alguna de sus internaciones fue causada por lo que, vagamente, los medios de esa época calificaron como «problemas ginecológicos». A mediados de los ´50, la imprecisión era comprensible, todavía eran muy pocos quienes sabían el nombre de una dolencia que hoy afecta a entre el 5 y el 17 % de la población femenina mundial y al 10 % de las argentinas: endometriosis. A pesar del avance científico, todavía hay muchos puntos oscuros. «Es una enfermedad enigmática que afecta a la mujer en edad reproductiva», explica el ginecólogo Felipe Jofré, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Endometriosis (S.A.E.) y director de Endometriosis Group Argentina, un grupo de autoayuda que funciona desde 1997. ¿Cómo la definen los médicos? Es la localización fuera de su lugar original del tejido que recubre el útero (tejido endometrial). Cerca de veinte teorías científicas intentan explicar esta enfermedad sin mucho éxito, por ello hoy el consenso apunta a considerarla como una enfermedad multifactorial.

Según un estudio de la S.A.E., sólo el 10 % de los ginecólogos la tiene en cuenta, el 65 % piensa que el dolor es normal o confunde los síntomas con patologías que van desde el colon irritable hasta la constipación. A esto se le suma el hecho de que es difícil diagnosticarla: por el momento, la laparoscopía -una intervención quirúrgica poco invasiva que se hace con anestesia general y que, desde 2004, está indicada para estos casos- es el único método de detección. Sin embargo, algunos profesionales no la recomiendan o no la prescriben porque algunas obras sociales u hospitales públicos no la contemplan.

Pero sí hay algo que está claro: si bien la endometriosis es una enfermedad benigna, produce sufrimiento. No sólo porque provoca menstruaciones irregulares sino porque el síntoma que la define es el dolor durante la menstruación o durante las relaciones sexuales. «Es importante que las mujeres sepan que si la menstruación duele al punto de no permitirles una vida normal, tienen que consultar. Y cuanto antes lo hagan, mejor: según las estadísticas mundiales, el tiempo normal en llegar a un diagnóstico certero es de 5 a 7 años. Lo que suele suceder es que van de médico en médico durante años sin que les den un diagnóstico. Y cuando finalmente lo tienen, las secuelas ya son irreversibles», afirma Jofré. Para los especialistas, la difusión de esta patología, que es progresiva y que tiene diferentes estadíos, es fundamental para obtener un diagnóstico precoz. No sólo porque mejoraría la calidad de vida de cerca del millón de argentinas que la padece sino también para aquellas que ignoran que la tienen. Y es que existe un gran porcentaje de mujeres que no sufre síntomas.

Dolor o no dolor

Hace dos años, la Sociedad Argentina de Endometriosis (S.A.E.) realizó una consulta pública sobre el dolor y la endometriosis entre 1.200 mujeres en edad reproductiva. El resultado fue que más del 70 % tenía dolores menstruales y el 30 % sufría molestias fuertes, con desmayos y otras dolencias aun fuera del período menstrual. ¿Por qué duele? «Normalmente, el endometrio -la capa de tejido que está dentro del útero- se elimina o descama cada mes como menstruación a través del aparato genital. En algunas mujeres, fragmentos de endometrio migran hacia otras localizaciones. Si bien existe una migración interna hacia la pared del útero, las migraciones más frecuentes son las externas: hacia el peritoneo (pared del abdomen), los ovarios, intestino, vejiga y recto, entre otras zonas «, explica Pasqualini. «Estos focos o implantes, que no tienen salida al exterior y que se pegotean firmemente en otros órganos creando un proceso de adherencia, aumentan de volumen cíclica mente, se inflaman y liberan sustancias químicas que generan dolor», dice Ada Di Noto, presidente de la Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (S.A.G.I.J.). La S.A.G.I.J. estima que de las adolescentes que consultan por dolores pelvianos, el 47 % tiene endometriosis. «A pesar del dolor, muchas chicas entienden que es natural, porque su familia también los sufrió. Entonces, no consultan. Recién lo hacen cuando no hay analgésicos que las calmen «, confirma Di Noto. El dolor dependerá de la localización de los implantes: suele ser más doloroso cuando está en el peritoneo que en el ovario. Para las mujeres que los sufren, los dolores son progresivos: no aparecen con la primera menstruación, pero van in crescendo de un dolor sordo hasta uno que no deja ni siquiera dormir. La magnitud del dolor no está directamente relacionada con el tamaño de los focos. Según Di Noto, que haya dolor no es condición necesaria para realizar una operación: existe un protocolo establecido que exige investigar si hay antecedentes y que supone ecografías, análisis y otros estudios. «Es importante diferenciar que el dolor no es lo mismo que una molestia «, aclara Jofré. «La molestia perturba; en cambio, el dolor incapacita y obliga a tomar medicación. Hay que terminar con el mito de que la menstruación duele», agrega.

Endometriosis e infertilidad

A mediados de los ´50, Marilyn Monroe estaba filmando The Prince and the Showgirl cuando se enteró de que estaba embarazada. Meses más tarde, el escritor Arthur Miller -por entonces, su marido- tuvo que llevarla de urgencia a un hospital: el embarazo era ectópico y hubo que practicarle un aborto para salvar su vida. Después, tuvo otro embarazo, que también terminó mal. Los especialistas calculan que una de cada tres mujeres por encima de los 25 años con endometriosis tiene problemas de infertilidad. «Se calcula que entre el 40 y el 50 % de las mujeres que buscan embarazarse tiene algún grado de endometriosis», afirma Sergio Pasqualini, director médico de Halitus Instituto Médico. Eso convierte a la enfermedad en una de las principales causas de infertilidad. Estudios realizados en los Estados Unidos revelan que de las pacientes con endometriosis, del 30 al 50 % padece esterilidad.
«Hay mujeres que se embarazan y nunca se enteran de que tenían endometriosis. Y hay otras que sí tienen problemas para quedar embarazadas», aclara Pasqualini. Cuando la endometriosis es grave produce adherencias que bloquean la llegada del óvulo a las trompas o no permite que la mujer genere óvulos de buena calidad. En estos casos, según Pasqualini, el embarazo es «el mejor método» para que la endometriosis desaparezca porque durante nueve meses, más el tiempo de lactancia, no hay sangrados. Pero a veces no es fácil lograr embarazarse. «En principio, se puede realizar una fertilización. Si no, se prueba con el método in vitro», dice Pasqualini. Para él, la laparoscopía no siempre es recomendable: «Cuando se opera, sale pegado tejido ovárico sano, que es el que produce los óvulos. Cada corte afecta la vitalidad del ovario. Hay que pensar realmente si se justifica. Pienso que la laparoscopía no debe realizarse como método de rutina. Hay que ver qué aporta en cada caso en particular», afirma.

Más para combatirla

Como se desarrolla en presencia de los estrógenos y la progesterona, se termina con la menopausia. Puede reaparecer cinco años más tarde -como ocurre en el 53 % de las mujeres después de tratadas-o La tendencia es evitarla con tratamientos a largo plazo con anticonceptivos. Hay drogas que, si bien no la curan, impiden que el tejido se desarrolle «fuera de lugar» y evitan la aparición de quistes ováricos. Las adolescentes deben realizar tratamientos para disminuir el dolor con controles cada seis meses; las mujeres que buscan un embarazo necesitan controles más frecuentes y tratamientos que ayuden a la fertilidad.
Para más consultas:

Sociedad Argentina de Endometriosis (S.A.E.)
web: www.websae.org.ar.

Endometriosis Group Argentina:
Grupo de auto ayuda.
Av. Santa Fe 1675 29 Piso Dto. «A», Cap.
Tel.: (011) 4815-4802.
E-mail: info@endometriosisgroup.com.ar. La entrada es libre.

Halitus Instituto Médico: Marcelo T. de Alvear 2084, Cap.
Tel.: (011) 4962-2200.
E-mail: info@halitus.com.

Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil (S.A.G.I.J.)
Tel.: (011) 4371-3113
web: www.sagij.org.ar.