Seguramente ésta sea una de las consultas que más esperaste y en la que más dudas te surgieron para consultarle al médico. No solo hay mucha información para recabar, sino que también vas a conocer a tu obstetra, que es la persona que te estará acompañando durante este proceso, con la que vas a entablar un vínculo y a la que vas a visitar con frecuencia.
En esta consulta es clave realizar una correcta anamnesis, es decir, un interrogatorio completo y exhaustivo de los antecedentes de ambos progenitores, ya sea de embarazos previos o de su vida, la forma de concepción y, por supuesto, realizar la toma de tensión arterial y peso de la persona gestante. Las primeras tres preguntas que suelen hacerse en esta instancia son siempre las mismas.
En la primera consulta se calculan las semanas de embarazo y la fecha probable de parto (FPP) teniendo en cuenta la fecha de última menstruación (FUM) y la primera ecografía. También será solicitado un análisis de sangre completo más el grupo y factor sanguíneo, serologías para HIV, hepatitis B y C, Chagas, sífilis, rubéola y toxoplasmosis y un urocultivo. Además, se revisará el carnet de vacunas y se tomará el PAP si la paciente no cuenta con uno del último año. Por otro lado, se entregará la orden para realizar la ecografía TN PLUS durante las semanas 11-14. Seguramente, el profesional va a consultar por la suplementación con ácido fólico, y en caso de no estar tomando, se indicará.
Actualmente se dispone también de la posibilidad de realizar exámenes de ADN fetal libre en sangre materna. Es recomendable que converses con tu obstetra sobre los distintos paneles disponibles, sus indicaciones y alcances.
Si bien algunas dudas pueden surgir más adelante, es clave repasar juntos algunas particularidades de esta etapa.
En cuanto a la alimentación, se realiza consejería en prevención de toxoplasmosis congénita: no comer carnes crudas o poco cocidas, frutas y verduras bien lavadas, consumir aguas seguras, realizar la manipulación de excretas de animales con guantes, etc. Se refuerza la importancia de no consumir nada de alcohol y tabaquismo durante la gestación y, por supuesto, si se convive con alguien que fuma, esta puede ser una excelente oportunidad y motivación para el cese tabáquico.
Durante el embarazo se pueden realizar coloraciones de pelo sin amoníaco, o bien sin contacto con el cuero cabelludo, y se desaconseja el uso de formol, alisados u otro tipo de tratamientos de belleza no debidamente probados en el embarazo.
En cuanto a la realización de ejercicio físico, a excepción de que tengas alguna contraindicación formal para realizar actividad física, la respuesta es siempre sí, hay que hacer ejercicio. Va a beneficiar tu control metabólico en el embarazo, tu sensación de peso en la pelvis, la movilidad articular para prepararte para el nacimiento y tu sensación de bienestar. Recordá avisarle a tu entrenador para que tenga en cuenta los cambios necesarios en tu rutina.
Cada embarazo puede requerir alguna singularidad en su control, pero, en líneas generales, la recomendación de guías nacionales e internacionales es que deben ser, al menos, 8 controles.
Es fundamental realizar un seguimiento regular durante el embarazo para asegurar que tanto la gestante como el bebé estén saludables. Idealmente, visitá a tu ginecólogo/a de cabecera para una consulta preconcepcional.
La primera visita debe realizarse tan pronto sepas que estás embarazada. Esta primera consulta es importante para conocer tu historia clínica y antecedentes, realizar exámenes iniciales y confirmar el embarazo. Aquí es recomendable realizar visitas al odontólogo para el cuidado de la salud bucal y así prevenir complicaciones perinatales. También es aconsejable una visita para realizar consejería en nutrición, a fin de orientar hábitos en función del cuidado del embarazo. Las citas de seguimiento se programan, generalmente, cada 4 semanas. Con respecto a las ecografías de este primer trimestre, corresponden a las semanas 11 y 14 para evaluar el desarrollo inicial y la translucencia nucal.
Se requieren visitas cada 4 semanas. Aquí se monitorea el crecimiento del bebé, la tensión arterial y otros indicadores de salud de la gestante. En esta instancia se realiza la ecografía morfológica entre las semanas 18 y 22 para evaluar el crecimiento y la anatomía del bebé.
Las visitas son cada 2 semanas desde la semana 29 hasta la semana 36. A partir de esta última, se deben hacer visitas semanales hasta el momento del parto. Se realizará una prueba de glucosa, generalmente entre las semanas 24 y 28, para detectar diabetes gestacional.
El embarazo es, para muchas personas y familias, el primer acercamiento formal al sistema de salud. Ésta es una oportunidad valiosa para el asesoramiento en el cuidado integral de la salud, la promoción de hábitos saludables, y la preparación como familia para la llegada de una nueva persona.
Recordá que es esperable que surjan dudas. Tus controles posteriores son esenciales para resolverlas y construir un vínculo de confianza con tu obstetra.